
- INEI: ¿Cuáles son las regiones con mayor cantidad de víctimas de la delincuencia?
Pese al incremento de los peruanos víctimas de la delincuencia a nivel nacional, también existen regiones en los que ha caído la población afectada, ¿cuáles son?
La delincuencia es uno de los principales problemas que afecta a la ciudadanía. (Foto: El Comercio / Referencial)
Actualizado el 27/01/2019 a las 15:34
En el semestre julio-diciembre de 2018, el 26.1% de la población de 15 y más años de edad fue víctima de algún hecho delictivo cifra mayor en 0.6 puntos porcentuales que en similar periodo del año 2017 (25.5%), informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Según el informe técnico de Seguridad Ciudadana, elaborado con los resultados de la Encuesta Nacional de Programas Presupuestales, una tendencia similar se observó en las ciudades de 20,000 a más habitantes, al pasar de 27.8% en el semestre julio-diciembre de 2017 a 28.8% en similar periodo del año 2018; en Lima Metropolitana pasó de 27.8% a 29.6%.
Por el contrario, en los centros poblados urbanos entre 2,000 y menos de 20,000 habitantes disminuyó de 19.4% a 18.7% para el semestre de estudio.
Perfil de las víctimas
En el semestre de análisis, más hombres (26.5%) que mujeres (25.7%) fueron víctimas de algún hecho delictivo. Del total de la población de 15 a 29 años de edad, el 34.7% fue víctima de algún hecho delictivo; de la población de 30 a 44 años de edad, el 29.1%; de la población de 45 a 64 años de edad, el 22.6%; además, del total de la población de 65 y más años de edad, el 11,3% fue víctima de algún hecho delictivo.
Con relación al nivel educativo de la población con educación superior (universitaria y no universitaria), el 32.1% fue víctima de algún hecho delictivo; seguido de población con estudios de posgrado, el 28.1%; mientras que en menor porcentaje figuró la población sin nivel con el 10.4%.
Según estrato sociodemográfico del total de la población del estrato D, el 28.2% fue víctima de algún hecho delictivo; del estrato E (más bajo) y el estrato C, el 26.6%; del estrato B, el 24.1%; y del estrato A (más alto), el 22.6%.
Los robos
En el semestre julio-diciembre de 2018, a nivel nacional urbano, 13 de cada 100 habitantes fueron víctimas de robo de dinero, cartera, celular; en las ciudades de 20,000 a más habitantes fue 14 de cada 100 habitantes; en Lima Metropolitana afectó a 15 de cada 100 habitantes y en centros poblados urbanos entre 2,000 y menos de 20,000 habitantes, a 9 de cada 100 habitantes.
Mayor cifra de victimización
En el semestre de estudio, la mayor tasa de victimización de algún hecho delictivo se registró en la región de Puno (42.2%), seguido de Tacna (37.5%), Madre de Dios (35%), Junín (34.6%) y Cusco (34.2%).
En cambio, los menores porcentajes se presentaron en San Martín (11.8%) y Lambayeque (13.7%).
Fuente: INEI
Cae la delincuencia
El departamento de Junín registró la mayor disminución de población víctima de algún hecho delictivo al pasar de 40.3% a 34.6%, seguido de Lambayeque de 17.2% a 13.7%, San Martín de 15.1% a 11.8%, Cusco de 36.1% a 34.2% e Ica de 18% a 16.2%.
Suben las denuncias
A nivel nacional urbano, de la población víctima de algún hecho delictivo el 16.9% realizó la denuncia, es decir, 2.4 puntos porcentuales más que en similar semestre de 2017 (14.5%).
Entre los principales motivos de no denuncia destacaron que es una pérdida de tiempo (31.4%), desconoce al delincuente (24.5%), delito de poca importancia (17.1%), desconfía de la policía (13.7%), no se consumó el hecho (11.4%) y por miedo a represalias del agresor/a (5.3%), entre los principales.
Delitos con armas de fuego
Del total de la población de 15 y más años de edad víctima de algún hecho delictivo, el 8.9% fue víctima de algún hecho delictivo con arma de fuego a nivel nacional cifra menor en 0.6 puntos porcentuales que en el semestre julio-diciembre de 2017.
También, disminuyó en ciudades de 20 mil a más habitantes al pasar de 10% a 8.7% y en Lima Metropolitana de 12.9% a 10.4%. En cambio, se incrementó en centros poblados urbanos entre 2,000 y 20,000 habitantes de 7.5% a 9.7%.
Medidas de seguridad
A nivel nacional urbano, el 25.4% de las viviendas adoptó en su zona o barrio alguna medida de seguridad para prevenir la delincuencia, registrándose un incremento de 0.7 puntos porcentuales, respecto a similar semestre julio-diciembre de 2017 (24.7%).
Similar tendencia se reportó en ciudades de 20,000 a más habitantes de 27.3% a 29.3% y en Lima Metropolitana de 34.4% a 36.7%. Por el contrario, en centros poblados urbanos entre 2,000 y menos de 20,000 habitantes disminuyó de 18.4% a 15.7%.
Vigilancia en barrios
A nivel nacional urbano, el 43.4% de la población de 15 y más años de edad contó con vigilancia en su zona o barrio, lo que representó 3.1 puntos porcentuales menos que en el semestre julio-diciembre de 2017 (46.5%), en las ciudades de 20,000 a más habitantes de 47.4% a 42.3% y en Lima Metropolitana de 45.7% a 39.8%.
En cambio, en los centros poblados entre 2,000 y menos de 20,000 habitantes aumentó de 44.1% a 46.3%.
Presencia PNP
En el semestre de análisis, el 25.9% de la población de 15 y más años de edad manifestó que existe vigilancia de la Policía Nacional del Perú (PNP) en su zona o barrio, es decir, 0.9 puntos porcentuales menos que en similar periodo del año 2017 (26.8%).
En las ciudades de 20,000 a más habitantes disminuyó de 26.8% a 24.9% y en Lima Metropolitana de 25% a 21.7%; mientras que en centros poblados urbanos entre 2,000 y menos de 20,000 habitantes aumentó de 26.6% a 28.4%.
Serenazgo
En el semestre julio-diciembre de 2018, el 34% de la población de 15 y más años de edad manifestó que existe vigilancia del Serenazgo en su zona o barrio, es decir, 4.5 puntos porcentuales menos en comparación con similar periodo del año 2017 (38.5%).
También, se redujo en las ciudades de 20,000 y más habitantes al pasar de 39.4% a 33.2%; en Lima Metropolitana de 37.9% a 31.9%; sin embargo, en centros poblados urbanos entre 2,000 y menos de 20,000 habitantes se mantuvo sin mayores cambios (36.1%).
Patrullaje Integrado
El INEI informó que a nivel nacional urbano, el 11.6% de la población de 15 y más años de edad manifestó que existe vigilancia del Patrullaje Integrado en su zona o barrio y representó una disminución de 1.3 puntos porcentuales menos que en el segundo semestre de 2017.
En ciudades de 20,000 a más habitantes disminuyó de 14.7% a 12.6% y en Lima Metropolitana de 15.2% a 13.1%. En cambio, aumentó en centros poblados urbanos entre 2,000 y menos de 20,000 habitantes de 8% a 8.6%.
Aumenta el temor
En el semestre julio-diciembre de 2018, el 86.6% de la población de 15 y más años de edad percibió que en los próximos 12 meses puede ser víctima de algún hecho delictivo, cifra mayor en 1.1 puntos porcentuales, respecto al semestre julio-diciembre de 2017 (85.5%).
En las ciudades de 20,000 a más habitantes pasó de 87.9% a 88.7%, en Lima Metropolitana de 89.5% a 91.2% y en centros poblados urbanos entre 2,000 y menos de 20,000 habitantes de 79.2% a 81.1%.Arequipa | Seis años de cárcel para policía que pidió mil soles de coima a conductor
La Fiscalía en Arequipa también logró la inhabilitación de sus funciones por el mismo periodo. Pidió dinero para que chofer no pase el dosaje etílico tras protagonizar un accidente.
12 de febrero del 2019 – 7:20 AM
Redacción
Agente trabajaba en la comisaría Andrés Avelino Cáceres de Hunter | Fuente: Captura | Fotógrafo: Google
El Poder Judicial dictó seis años y ocho meses de cárcel para el suboficial de la Policía, Fernando Floro Córdova Aguilar, por pedir mil soles a un conductor para no detenerlo tras protagonizar un accidente de tránsito.
La acusación fue presentada por el fiscal, Luis Enrique Ruiz Caro, de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Hunter, quien también logró que el policía sea inhabilitado para ejercer el cargo y pague una reparación civil de seis mil soles.
Córdova Aguilar fue encontrado responsable del delito contra la Administración Pública, en su modalidad de delito cometidos por Funcionarios Públicos en el sub tipo de Cohecho Pasivo Propio.
El caso inició en 2014 cuando un conductor se despistó en su automóvil en la esquina de las calles Mariscal Nieto y Zarumilla. Fue intervenido por Fernando Córdova y dos agentes más que iban a bordo de un patrullero de la Comisaría Andrés Avelino Cáceres de Hunter.
El policía le dijo que si le daba mil soles lo dejaba ir sin pasar dosaje y sin incautar su vehículo, por lo que fueron a la casa del conductor, pero este decidió denunciar el hecho a la Fiscalía y montaron un operativo.
El conductor citó al policía, previamente con el fiscal sacaron copias a los billetes, y le entregó 300 soles. Cuando se realizó el operativo, hallaron los billetes en las pertenencias de Córdova Aguilar.
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¿De verdad es tan peligroso el Perú?
En el 2011 un 40 % de personas fue víctima de algún delito. En el 2017, esta proporción llegó a 26 %. El descenso no solo es constante, sino relevante.
11 de Febrero del 2019 – 8:29 AM
Wilson Hernández B.
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Suceden todos los días. De lunes a viernes, los medios de comunicación nos informan sobre robos, asaltos, muertes. Los testimonios personales expuestos en redes sociales por parte de las víctimas del delito, así como los videos captados por avezados transeúntes testigos de algún hecho delictivo parecen incidir en esta idea de que el Perú está cada vez peor en materia de delincuencia.
¿Es cierto eso? ¿Nos hemos convertido en un país con tanto amor por la comida como por delincuencia en sus calles? ¿La criminalidad está creciendo tal como los medios de comunicación afirman y la mayoría de personas piensa?
Resulta paradójico decirlo, pero, pese a lo que la mayoría piensa en el Perú, el porcentaje de personas que ha sido víctima de algún delito ha venido disminuyendo en forma constante desde que tenemos cifras confiables, esto es, desde que el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) empezó a medir este fenómeno en el 2010 (Encuesta Nacional de Programas Estratégicos).
Si bien la victimización está cayendo en el Perú, después de Venezuela, somos el país con más víctimas de la delincuencia en América Latina. | Fuente: Andina
En efecto, en el 2011 un 40 % de personas fue víctima de algún delito; en el 2017, esta proporción llegó al 26 %. El descenso no solo es constante, sino relevante. Si el Perú tuviera únicamente 100 habitantes, hoy habría aproximadamente 15 víctimas menos de la delincuencia frente al 2011. Tampoco hay más delitos cometidos con armas. Nuevamente, el INEI señala que solo el 9 % de víctimas fueron robadas o asaltadas con algún tipo de arma, proporción que hace cinco años fue de 6%.
Es muy difícil creer que el INEI manipule sus cifras. Sus bases de datos son públicas y hacen un trabajo serio. Entonces, ¿por qué sentimos que la delincuencia está desbordada? Creo que las respuestas están en tres aspectos, pero antes es necesario ponernos en el contexto latinoamericano para entender el mensaje.
Si bien la victimización está cayendo en el Perú, después de Venezuela, somos el país con más víctimas de la delincuencia en América Latina, según el más reciente reporte del Latin American Public Opinion Project*. En otras palabras, la fiebre ha estado cayendo, pero igual tenemos una temperatura bastante alta.
Primero, para entender la caída de la victimización hay que saber una diferencia básica entre delincuencia común y crimen organizado (extorsión, sicariato, narcotráfico, tráfico de terrenos, trata, etc.). Lo que mide el INEI es básicamente lo primero y, por tanto, es lo que estaría cayendo. Sin embargo, mi hipótesis es que la criminalidad organizada se ha extendido, pues sus formas más violentas infunden un miedo más fácil de expandirse y crean una sensación de descontrol generalizada de que casi cualquiera puede ser víctima de ella, incluso con consecuencias letales. Un dato interesante es que algunas ciudades del Perú tienen niveles de homicidios tan altos como algunos países centroamericanos, como el caso de Tumbes, Barranca y Huaral, con 58, 46 y 28 homicidios, respectivamente, situación que lleva a nuestro promedio nacional a 7 homicidios por cada cien mil habitantes.**
Segundo, la victimización en el Perú es alta, pero queda claro que la imagen de un país ahogado en delincuencia es reforzada en forma constante por los medios de comunicación y las redes sociales. Los quince minutos de crónica roja y los videos virales de robos y muertes ayudan a consolidar la idea previa de que el Perú está tomado por sus delincuentes. Ni la televisión ni la radio ni los periódicos propician crimen, pero sí tienen el poder de posicionarlo en nuestras mentes (y mantenerlo ahí). Por su parte, las redes sociales tienen un poder inmenso en replicar mensajes, por los que todos pareceremos potenciales víctimas.
Por último, hay un tema psicológico: la nueva evidencia (victimización en caída) difícilmente contrarresta las ideas ya posicionadas; por ello, a Galileo intentaron quemarlo en la hoguera por desafiar la idea establecida de que la tierra era plana. Así funcionan nuestras mentes. Algo similar sucede en la discusión sobre la evolución del crimen. Es difícil convencer a alguien de que este fenómeno está en caída cuando sus argumentos se basan en los noticieros, lo que vieron en las redes y, por supuesto, el caso personal del tío, del amigo o algún conocido.
Necesito reiterar la idea. La victimización en el Perú es bastante alta, incluso en términos internacionales. No vivimos en un país fácil y hay que tomar precauciones. Pero, en este contexto, es mejor tener una lectura basada en la evidencia sobre sobre cuán peligroso es el Perú y desinflar con diagnósticos alarmistas ahí donde no los debe haber.
* Cohen, M., Lupu, N., Zechmeister, E. (2017). The political culture on democracy on the Americas 2016/17. A Comparative Study of Democracy and Governance. Latin American Public Opinion Project. Disponible en http://bit.ly/2MpxTIp
** Comité Estadístico Interinstitucional de la Criminalidad. (2018). Homicidios en el Perú. Contándolos uno a uno. 2011-2017. Informe Estadístico n.° 6. Lima. Disponible en http://bit.ly/ineiunoauno
NOTA: “Ni GRUPORPP ni sus directores, representantes o empleados serán responsables bajo ninguna circunstancia por las declaraciones, comentarios u opiniones vertidas en la presente columna, siendo el único responsable el autor de la misma”.
3. ¿Perú entre los 10 países más peligrosos del Mundo?
2019/09/16 13:00
Por: Enterarse
Equipo de investigación
Reuters
Una noticia, en diferentes formas, ha recorrido varios medios de comunicación en los últimos dos años: el Perú sería uno de los 10 países más peligrosos para vivir. Esto según un ranking que pondría a Brasil en el primer puesto, a Argentina en el cuarto y a Estados Unidos en el 16.
Sin embargo, ¿tiene sentido este ranking? ¿Realmente estamos entre los 10 países más peligrosos del mundo?
Homicidios en el Perú
El ranking enciende las alarmas cuando se le contrasta con la data que tenemos sobre el Perú y la región. Una forma de medir qué tan peligroso es un país es la tasa de homicidios.
Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés), “el homicidio constituye uno de los indicadores más completos, comparables y precisos para medir la violencia”. Según la misma organización, se trata de un indicador razonable y sólido para comparar los niveles de violencia entre los Estados (ver al final del informe una explicación más detallada).
Según el INEI, la tasa de homicidios del Perú fue de 7.8 por cada 100 mil habitantes en el 2017 (el año más reciente para el que han publicado información). Ahora, el problema es que, utilizando información de la Oficina de Drogas y Crimen de las Naciones Unidas (UNODC), el promedio de las tasas de homicidio de América del Sur, según la información más reciente (2017), es de poco más de 24 por cada 100 mil habitantes. Esto es más de 3 veces la tasa del Perú.
ENTÉRATE DE MÁS: Si quieres ver un informe más detallado sobre los homicidios en el Perú, puedes entrar aquí.
Más aún, si lo comparamos con el promedio de todo América (17.2 por cada 100 mil habitantes), seguimos muy por debajo.
Lo mismo ocurre con los Estados Unidos, que según UNODC tuvo una tasa de homicidios en el 2017 de 5.3 por cada 100 mil habitantes, cifra que es menos de un tercio de la tasa de homicidios de todo América.
Según la información del Banco Mundial, sucede lo mismo. Utilizando la tasa de homicidios del 2016 (7.7) estamos muy por debajo del promedio regional (22.3). Entonces, ¿en qué posición realmente estamos respecto al resto de países?
Los peores
Tanto la UNODC como el Banco Mundial ponen en los primeros lugares a El Salvador, con una tasa que bordea los 83 homicidios por cada 100 mil habitantes, a Honduras con 57 y a Venezuela con 56.
Según la información del Banco Mundial, el Perú no está ni siquiera dentro de los primeros 50 y EEUU aún menos.
Entonces ¿cómo es que países que tienen tasas de homicidios muy por debajo del promedio aparecen entre los 20 países más peligrosos del mundo en un ranking?
Un problema de interpretación
El origen de la noticia acerca del ranking es, en realidad, una encuesta: Expat Insider. Esta encuesta, como explica el propio informe oficial, es sobre la “vida en el extranjero”.
De hecho, la compañía que publica esta encuesta es InterNations que, como sostiene su web, está dedicada a “crear una gran experiencia y una comunidad confiable en donde expats (expatriados) se sienten en casa alrededor del mundo”. En otras palabras, se trata de una organización para personas que viven y trabajan fuera de sus países de origen.
Así, el reporte de la encuesta tiene información de 64 países, a los que ellos llaman “destinos”, sobre calidad de vida, facilidad para acomodarse, finanzas personales, trabajo extranjero y vida en familia.
¿Cómo se consiguió toda esa información?
Con la opinión de miembros de la comunidad de InterNations. Es decir, el ranking no se basa en índices de criminalidad o tasas de homicidios y similares. Se hace a partir de encuestas que piden puntuar aspectos de varios países en una escala del 1 al 7.
Calidad de vida
Una de las secciones del reporte muestra, dentro de Calidad de Vida, la sección “Safety and Security”, que podría traducirse como seguridad y protección. Ahí, ordenan a los 64 países incluidos del mejor al peor.
Así, el Perú está en el puesto 59, el sexto peor, y EEUU en el 49, el décimo sexto peor.
Para ser precisos, están, ambos, entre los 20 países peor percibidos en seguridad por los encuestados de la comunidad de InterNations. Esto es, que recibieron las puntuaciones más bajas.
Esta información es, quizás, útil para saber cómo los extranjeros perciben los países a los que van, pero no responde a información objetiva sobre la criminalidad o peligrosidad de un país.
El gran problema es que el reporte no incluye la información de los países más peligrosos, como Honduras, Venezuela o El Salvador, entre muchos otros. Solo incluye aquellos países con suficientes encuestados como para poder extraer un número relevante. Es decir, países a los que muchas personas dentro de la comunidad de InterNation han ido y donde varios de ellos trabajan.
De hecho, la encuesta incluye información valiosa, quizás para alguien que se va a mudar, sobre la facilidad para encontrar amigos, para sentirse en casa, opciones de ocio, entre otros. Es evidente que InterNation no pretende generar un índice de bienestar o peligrosidad, para los que tenemos otros indicadores como la tasa de homicidios.
¿Por qué homicidios?
Medir la seguridad y hacer comparaciones entre países es complicado porque los crímenes se miden de diferentes formas y, varios, de manera imprecisa.
Según el Instituto Europeo para Crimen, Prevención y Control, afiliado a las Naciones Unidas, el homicidio intencional es uno de los crímenes más efectivamente registrados. Por lo tanto, hay más data disponible que para otros crímenes.
Así, “las tasas de homicidio intencional por cada 100 mil habitantes han sido utilizadas, a veces, como proxy para niveles de crímenes violentos o incluso para el crimen en general”, explica el documento “International Statistics on Crime and Criminal Justice”.
Es decir, la tasa de homicidios sirve como indicador para el crimen general de un país y para poder hacer comparaciones. Ello porque el delito no solo revela la pérdida de una vida, sino que, según la UNODC, está ligado a violencia, seguridad, desarrollo e incluso al Estado de Derecho (¿cómo responde la Justicia y el Gobierno ante los homicidios?).
Según el “Estudio Mundial sobre Homicidio”, “El estudio del homicidio intencional es relevante no solo por la gravedad de la ofensa, sino también porque el homicidio intencional es uno de los indicadores más medibles y comparables para monitorear muertes violentas. Por su desenlace letal, es particularmente susceptible a comparaciones temporales y geográficas: tiende a tener una definición más específica que otros crímenes en diferentes contextos históricos y nacionales (…) Como un indicador medible, el homicidio es un proxy razonable tanto para los crímenes violentos y un indicador robusto de los niveles de violencia en los Estados ”.
En otras palabras, los homicidios son útiles para medir la violencia y el crimen porque su medición es más confiable y similar en diferentes lugares del mundo y a través del tiempo.
Resumen:
– Medios difundieron supuesto ranking en el que el Perú estaría entre los 10 países más peligrosos del Mundo y EEUU entre los primeros 20.
– La tasa de homicidios en el Perú está muy por debajo del promedio regional y la de EEUU también.
– El ranking fue elaborado con información de una encuesta de una organización llamada InterNations, no con cifras de criminalidad.
– Si bien la encuesta da información sobre la percepción de una comunidad de extranjeros, no da información sobre qué tan peligroso es realmente un país.
– La tasa de homicidios sí es utilizada internacionalmente para representar la seguridad de un país y para poder comparar.
4. Perú alcanza cifra récord en feminicidios en una década: estos son los índices de feminicidios en América Latina en 2019
Por CNN Español
15:02 ET(19:02 GMT) 30 Diciembre, 2019
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(CNN Español) — Perú rompió récords en cifras de feminicidios en 2019: entre enero y diciembre de 2019 se registraron 168 casos de feminicidios, según reportó Eliana Revollar, adjunta para los derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo de Perú, citada por la agencia estatal de noticias de Perú, Andina.
La cifra de 2019 corresponde a 19 casos más que el año anterior cuando se registraron 149 víctimas, de acuerdo con el reporte del Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual, del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables de Perú.
Esta es la cifra más alta en los últimos diez años, según ese registro. 2009 fue el año que más homicidios «con características de feminicidio», con 139 casos.
Según le dijo Revollar a Andina, «el 85% de casos de feminicidio se han dado en un contexto de pareja, de convivencia, de enamorados, novios, exenamorados o exesposos».
Aunque este año el país rompió récords de feminicidios —que es cuando una mujer es asesinada por el hecho de ser mujer—, la ONU dijo en noviembre que el país tuvo una de las cifras más bajas en la región de este delito en 2018 con una tasa de 0,8 feminicidios por cada 100.000 mujeres.
- Mira: Mujeres latinas protestan con música y baile
La tendencia en otros países también es al alza, según las cifras más recientes publicadas en cada país.
Mexico, por ejemplo, cerró el año con cifras históricas respecto al número de feminicidios. De enero a noviembre de 2019, el gobierno contabilizó 916 víctimas de este delito en todo el país. El Sistema Nacional de Seguridad Pública reportó que en los últimos cuatro años los delitos de feminicidio se duplicaron al pasar de 411 en 2015 a 916 entre enero y noviembre de 2019.
Entre tanto, en Brasil, los feminicidios aumentaron en un 4% en 2018, según un estudio publicado en septiembre de este año por el Foro Brasileño de Seguridad Pública. En este país de 200 millones de personas, se registraron 1.206 víctimas de feminicidio. El 88,8% de los casos fueron perpetrados por un compañero o excompañero sentimental.
En Argentina, entre el 1 de enero y el 30 de noviembre de 2019, se registraron 297 feminicidios, según el Observatorio “Ahora Que Sí Nos Ven”. De estos el 63% ocurrieron en la vivienda de la víctima, 27% en la vía pública y un 4% en la vivienda del agresor, según datos publicados por el observatorio el pasado 25 de noviembre, cuando se celebró el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Según las cifras más recientes de la Defensoría del Pueblo, entre el 1 de enero y el 31 de octubre de 2019, se registraron 229 casos de feminicidios.
Los países con las tasas más altas de feminicidios
En América Latina y el Caribe, 3.529 mujeres fueron asesinadas en 2018 por razones de género en 25 países de América Latina y el Caribe, según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El reporte publicado en noviembre de 2019 por la CEPAL mide las tasas de homicidios por cada 100.000 personas.
En la región las tasas más altas de feminicidio por cada 100.000 mujeres están en El Salvador (6,8), Honduras (5,1), Bolivia (2,3), Guatemala (2,0) y República Dominicana (1,9), según la CEPAL.
En 2018, en el Caribe, Trinidad y Tabago y Barbados lideraron la lista con una tasa de feminicidio de 3,4 por cada 100.000 mujeres. La cifra puede llegar a ser mayor en Barbados, según la CEPAL, pues en ese país solo recopila las cifras de feminicidios “íntimos”, es decir, los cometidos por la pareja o expareja íntima de las víctimas, dice el informe.
Según la ONU, la violencia contra niñas y mujeres “es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual”. La violencia —que se manifiesta de forma física, sexual y psicológica— “apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas”.
Aunque todas las mujeres, en cualquier lugar del mundo pueden sufrir violencia de género, las más vulnerables son “las niñas y las mujeres más mayores, las mujeres que se identifican como lesbianas, bisexuales, transgénero o intersexuales, las migrantes y refugiadas, las de pueblos indígenas o minorías étnicas, o mujeres y niñas que viven con el VIH y discapacidades, y aquellas en crisis humanitarias”.
En el mundo, una de cada tres mujeres ha sufrido algún tipo de violencia (física o sexual), principalmente por un compañero sentimental, según la ONU.
5. Feminicidios en Perú 2019: se registran 164 casos entre enero y diciembre
En lo que va del año, ya son 165 las mujeres asesinadas en distintos puntos del país. Cifra ya es superior a la del 2018
En el 2018 se registraron 149 feminicidios en Perú.
Stefanie Medina / Redacción Américanoticias.pe
América Noticias presenta Feminicidios 2019, un proyecto digital que busca registrar el número de mujeres asesinadas en el Perú, con el propósito de controlar su demografía, identificarlas, y así concientizar a ciudadanos y autoridades frente a esta imparable ola de crímenes de género, que durante el 2018 cobró 149 víctimas.
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La información presentada es recopilada por América Noticias, consultando la base de datos y cifras del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. El proyecto muestra un registro completo de víctimas de feminicidios. Cualquier información o denuncia puedes escribir a smedina@americatv.pe.
¿Por qué es necesario este registro?
Porque la cifra debe detenerse. ¡Basta ya de crímenes! Los medios de comunicación difunden cada semana el incremento de agresiones y asesinatos a mujeres, y la sensación de indolencia va ganando terreno entre los peruanos.
No obstante, los casos más terribles no pasan, en muchas ocasiones, de ser la noticia del día. Los rostros, identidades e historias se pierden en la gran cantidad de datos sobre feminicidios que existen en nuestro país.
En el primer día del año, dos mujeres fueron asesinadas por sus parejas. Posteriormente, la cifra subió a 15 en enero, 15 en febrero, en marzo se registraron 13, en abril 13, 11 en mayo, 19 en junio, 15 en julio, 18 en agosto, 8 en septiembre, 13 en octubre y 13 en noviembre, y 14 en lo que va de diciembre, sumando 165 víctimas entre enero y el mes actual.
6. CORRUPCIÓN ES PRINCIPAL PROBLEMA DE PERÚ, DICE ESTUDIO
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(Fuente: Correo) El 46% de peruanos señala a la corrupción como uno de los principales problemas del país y un 82% considera que el crimen organizado ha penetrado la política, según un estudio de la Asociación Civil Proética, difundido hoy con motivo del Día Internacional contra La Corrupción.
Tanto en Lima como en el interior del país, la población señala a la delincuencia (62%), la corrupción (46%) y el consumo de drogas (30%) como los mayores problemas del país.
El 61% de los encuestados señala de manera específica la corrupción de funcionarios y autoridades, por amplio margen, como el más serio problema percibido en el Estado peruano.
Cuatro de cada cinco encuestados además percibe que la corrupción ha incrementado en los últimos años y el 53% estima que ésta aumente en el quinquenio siguiente.
A nivel de desempeño institucional, la ciudadanía tiene una evaluación relativamente positiva de los medios de comunicación y la Defensoría del Pueblo; y en contraste, una mayoritariamente tiene una apreciación negativa de los partidos políticos y el Poder Judicial.
En ese sentido, el Poder Judicial, el Congreso de la República y la Policía Nacional son consideradas como las tres instituciones más corruptas del país.
Asimismo, 82% de encuestados considera que el crimen organizado estaría muy infiltrado en la política, principalmente a través del financiamiento de campañas (38%) y las conexiones con funcionarios en puestos clave (22%), de acuerdo al estudio.
Frente a esta situación, la propuesta de reforma política que parece encontrar mayor aceptación entre los encuestados es que las autoridades destituidas por delitos de narcotráfico, lavado de activos y/o terrorismo no sean reemplazadas y que su curul quede vacía, señaló Proética.
Cuando la corrupción es considerada a un nivel más micro y cercano a los encuestados, el estudio señala que existe tolerancia media a las coimas, los sobornos, la vara (influencia), las argollas y el robo de servicios públicos.
Solo un 10% señala que sí le solicitaron coimas, regalos propinas y/o sobornos pero se negaron a darlos, una menor proporción admite haber accedido, y un porcentaje muy pequeño (1%) admite que lo hizo por iniciativa propia.
De estos dos últimos grupos, el 52% alega haberlo hecho para evitar mayores sanciones y el 37% porque si uno no paga, las cosas no funcionan. En general, de quienes tuvieron contacto con funcionarios corruptos, solo el 11% hizo la denuncia respectiva.
La encuesta se elaboró sobre la base de 1308 encuestas a hombres y mujeres mayores de 18 años de todos los niveles socioeconómicos de residentes en el ámbito urbano de las 16 principales ciudades del país.
7. Perú y la corrupción: un país donde los políticos nunca dicen que no
Por Alberto Vergara
17 de Abril de 2019
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Este artículo fue publicado originalmente el 8 de marzo del 2018
Una comunidad sana, ha teorizado Javier Cercas, debe poseer tres tipos de individuos: un maestro que enseña a vivir, un médico que ayuda a morir y, por último, una persona que dice no. Cableados como estamos la mayoría de nosotros para seguir tendencias y decir que sí a cuanto se nos ofrece, las sociedades requieren de individuos excepcionales y capaces de rebelarse con un rotundo no y así preservar la dignidad de la comunidad. Pobre de la sociedad que necesite héroes, sentenció el Galileo de Brecht. Más pobres aquellas que no los produzcan, retrucaría Cercas.
Ante la corrupción que anegó América Latina en la última década uno se pregunta: ¿dónde están quienes dijeron no a la corrupción? Cada uno podrá buscar a este imprescindible individuo en su propio país, pero en el Perú resulta difícil distinguirlo. Lava Jato y Odebrecht han dejado la diáfana impresión de que nuestros líderes fueron incapaces de negarse al dinero fácil.
Y se podía esperar que lo rechazaran. Si no por convicción, al menos por miedo. Durante los noventa, el país padeció uno de los gobiernos más corruptos de su historia. Doscientos funcionarios cercanos a la gestión Fujimori fueron sentenciados por algún delito de corrupción.
Es decir, sorprendentemente, a la sempiterna corrupción siguió la rara sanción.Esto debería haber constituido un disuasivo a nuevas trapacerías durante la recuperada democracia de los 2000. No lo fue. En el año 2004, según investigaciones fiscales y periodísticas, el expresidente Alejandro Toledo negoció un soborno de 30 millones de dólares con Odebrecht a cambio de otorgarle la construcción de la carretera interoceánica que conectaría Perú y Brasil. Finalmente, solo habría recibido veinte millones, ya que Odebrecht no consiguió el tercer tramo de la vía. Toledo vive en Estados Unidos, prófugo de la justicia.
Entre 2006 y 2011 Odebrecht vivió su lustro dorado. Alan García era presidente y miles de millones fueron otorgados a proyectos realizados por esta empresa. Seis funcionarios de dicho gobierno, incluyendo un viceministro, han sido encarcelados por coimas de más de 8 millones de dólares. García tiene una investigación abierta por tráfico de influencias. Más allá de lo que establezcan los tribunales, los limeños ven a diario la prueba última de la estrecha relación entre García y Odebrecht, pues la bahía de Lima es dominada por un Cristo enorme que la empresa ofrendó al expresidente. Si el de Río de Janeiro es el Cristo del Corcovado, los limeños bautizaron al suyo como el Cristo de lo Robado.
Odebrecht no solo corrompió políticos y funcionarios. Como documentó Malú Gaspar en un reportaje notable en la revista Piauí, para hacerse de las grandes obras de infraestructura, debió coludirse con empresas y empresarios nacionales. Según funcionarios de Odebrecht, sus socios locales estaban al tanto de los sobornos y aportaban a dichos «gastos».
Hoy el expresidente Ollanta Humala está preso preventivamente porque habría recibido dinero de Odebrecht para sus campañas. El mandatario Kuczynski dedica su presidencia no a gobernar, sino a ver cómo disimula sus múltiples y ahora públicas relaciones con Odebrecht; las cuales hasta hace poco negaba categóricamente.
La acción de Odebrecht y otras constructoras brasileñas fue más sutil que la del soborno descarado. Como ha declarado Marcelo Odebrecht y ha confirmado Jorge Barata, su brazo ejecutor en Lima durante más de una década, la empresa apoyó a casi todos los candidatos con oportunidades de ganar la presidencia en 2006 y 2011. Han brindado montos exactos. Siendo una empresa con una división entera dedicada al pago de sobornos, no es difícil presumir que, aun si recibir dinero de empresas para campañas no constituye delito, estas contribuciones fuesen una suerte de sobornos diferidos y difusos entre potenciales gobernantes. Según Barata, bebieron de esa misma agua envenenada los expresidentes Toledo, García y Humala, el actual presidente Kuczynski, la ex alcaldesa de Lima Susana Villarán y la dos veces candidata presidencial Keiko Fujimori. No hubo quien dijera no.
¿Por qué nadie puede decir no? Pregunta dolorosa. La Constitución peruana afirma que el presidente «personifica» a la nación. No podemos quitarle la nalga a la jeringa, la pregunta nos involucra. Por lo pronto, sugiero leer La pasión de Enrique Lynch de Richard Parra publicada en 2014. Esta novela corta es el extraordinario relato sobre el siglo XIX peruano de la mano de un hombre de negocios que es una suerte de ancestro carnal de Barata. Ingeniero norteamericano llegado de Chile, hace fortuna realizando obras públicas que consigue con sobornos e intimando con lo más fino de la sociedad limeña. Promete modernización a través de obras y le pagan con el dinero del booming commodity de la época: el guano. Parece calco. O sea, poseemos un par de siglos de experiencia. ¿Qué pasa en nuestras élites políticas y económicas que desde siempre han sido receptivas con los embajadores de la corrupción?
Aunque la pregunta es enorme y caben infinidad de hipótesis, es indispensable observar la relación de estos actores con las instituciones que los rigen. Nuestros líderes políticos y económicos prosperan bajo las instituciones informales del particularismo: dinero para mi campaña, tolerancia con la corrupción de mis acólitos y recursos para aceitar a mi clientela. Sin embargo, según la ley formal, ellos mismos deberían reforzar la institucionalidad del interés general. Oh, paradoja, deben fomentar las instituciones formales que combatan las instituciones informales del particularismo desde las cuales prosperan. No ocurre.
Los peruanos hemos sido testigos de esto una y otra vez. Con el congreso anterior (2011-2016) el congresista Juan Pari realizó un excelente informe de investigación sobre la actuación de las constructoras brasileñas en el Perú. Congresistas de todos los partidos decidieron que se engavetara. Solo adquirió actualidad cuando las justicias brasileña y estadounidense revelaron lo sucedido en el Perú. Algo similar ha ocurrido cuando se quiso fortalecer la unidad de investigación de delitos financieros del poder judicial o al fiscalizar las «donaciones» a las campañas. Y recordemos que grupos empresariales hacían cabildeo para que en los procesos por corrupción se sancionase al funcionario y no al privado.
Tras el canto solista de Jorge Barata, ingresa el coro podrido de la política peruana. Obviamente, nuestros políticos ignoraban todo. La tragicomedia es mayúscula. Renuncian a partidos, dibujan caras de sorpresa, hay quien ya tomó un avión al extranjero y acusan de corruptos a otros políticos por actos casi idénticos. El desprecio por la ciudadanía es indisimulado, nos tratan de idiotas en nuestra cara.
Ante la crisis, la primera reacción es deshacernos de este elenco acostumbrado al sí. Pero está probado que nuevos actores también pueden tener el sí fácil. Más bien, la crisis abre oportunidad para hacer ciertas reformas institucionales que, al menos, cierren la puerta al ingreso de dinero sucio en las campañas electorales. Después de todo, si el individuo ejemplar que dice no preserva la dignidad de la comunidad, son sus instituciones ejemplares las que permiten la prosperidad en el largo plazo.
El autor es profesor de la Universidad del Pacífico y autor del libro «Ciudadanos sin república».
8. Perú es el tercer país que se percibe como el más corrupto de América Latina, según Transparencia Internacional
Los países más afectados por pagos de sobornos son Venezuela (donde un 50% asegura haber pagado), México (34%) y Perú (30%). Costa Rica, con sólo un 7%, aparece en el otro extremo de la clasificación.
El Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional. (EFE).
Actualizado el 23/09/2019 a las 18:06
Más de la mitad de los ciudadanos en América Latina y el Caribe cree que la corrupción está aumentando y que su gobierno no hace lo suficiente para combatirla, especialmente en Venezuela, República Dominicana y Perú, según un estudio de la ONG Transparencia Internacional (TI) publicado este lunes.
La edición regional del décimo Barómetro Global de la Corrupción, una encuesta a más de 17,000 personas de 18 países, apunta que el 53% de los interrogados cree que en los últimos doce meses ha empeorado la situación, una tasa algo inferior al 62% del muestreo anterior, publicado en 2017.
Además, un 85 % de los encuestados mantiene que la corrupción en el Ejecutivo es un “gran problema” y un 57%, que los gobiernos no están haciendo un buen trabajo atajando esta lacra. Sólo uno de cada cinco dice tener “confianza” en su gobierno.
“Lo que nos dicen es que la situación no mejora, más bien que sube la preocupación. Pero no sólo por la corrupción, también por las dificultades de los gobiernos para dar una respuesta al problema, una respuesta coherente con sus discursos contra la corrupción”, explica en una entrevista a Efe la directora ejecutiva de TI, Patricia Moreira.
El estudio revela asimismo que el 20% ha tenido que pagar un soborno para acceder a un servicio público básico, del agua y la electricidad a la sanidad y la educación. Los países más afectados son Venezuela (donde un 50% asegura haber pagado), México (34%) y Perú (30%). Costa Rica, con sólo un 7%, aparece en el otro extremo de la clasificación.
Las malas prácticas están además estrechamente ligadas con las elecciones, según se desprende de esta encuesta. Un 65% piensa que sus representantes están influidos por “intereses privados” y un 25% asegura que se le ha ofrecido dinero a cambio del voto.
El estudio también pone de relieve que la corrupción afecta especialmente a las mujeres. Ellas se ven forzadas en más ocasiones a pagar sobornos por servicios sanitarios y educativos. Además, una de cada cinco denuncia haber sufrido una extorsión de carácter sexual.
“Es muy importante estudiar en profundidad el vínculo entre corrupción y género. La corrupción es un tabú en muchos sitios; y la discriminación sexual, también. La corrupción contra la mujer es por tanto un doble tabú. Por eso es importante darle espacio y visibilidad a este asunto. Si no, no se puede contrarrestar”, explica Moreira.
Aunque no hay una clasificación de la situación por países, el barómetro sí que detalla los resultados nacionales de la macroencuesta.
Destaca el porcentaje de venezolanos que creen que la corrupción ha aumentado en el último año, un 87%, muy por encima de los resultados en otros países. Le siguen República Dominicana (66%) y Perú (65%). Venezuela es asimismo el país donde más encuestados aseguran haber pagado una mordida en los últimos 12 meses, un 50%.
Los venezolanos son también quienes más pesimistas se muestran sobre la actuación de su gobierno: el 91% cree que lo está haciendo mal, seguidos por los ciudadanos de Panamá (79%) y República Dominicana (72%). Sobresalen en sentido contrario México, donde el 61% piensa que su Ejecutivo lo está haciendo bien en la lucha contra la corrupción.
“Lo que está pasando con Venezuela no es aceptable ni sostenible”, apuntó Moreira.
La compra de votos, por su parte, aparece como endémica en México, donde el 50 % asegura que se le ha ofrecido dinero para respaldar a un partido o candidato, seguido por República Dominicana (46%), Colombia y Brasil (40%).
“Algo muy llamativo es la compra de votos en México. Es un caso excepcional, el país más destacado en este apartado. Otro dato preocupante es que uno de cada cuatro de los que se le ha ofrecido dinero dice haber sido amenazado para votar realmente por lo que se le pagó”, señala la directora ejecutiva de TI.
La policía aparece en general como el servicio más corrupto (a quienes dicen haber pagado el 24% de los interrogados), seguido por los proveedores de servicios básicos (19%), los emisores de documentos de identidad (15%), los colegios (12%), los juzgados (11%) y los centros sanitarios (10%).
El barómetro también señala que tres de cada cuatro encuestados cree que denunciar la corrupción les conllevará “represalias” (especialmente en El Salvador, Honduras, Jamaica y Venezuela). No obstante, el 77% confía en que cualquiera puede “marcar una diferencia” en la lucha contra estas malas prácticas.
Sobre estos resultados, TI insta a los gobiernos a castigar la compra de votos, a reforzar la transparencia financiera de partidos y candidatos y a mejorar la eficiencia de los servicios públicos. También pide que se garantice la independencia de la Justicia, que se proteja a los denunciantes y que se reconozca la extorsión sexual como una forma de corrupción.
El informe llama también a implementar el Compromiso de Lima, que contiene 57 acciones para reforzar la acción de los gobiernos contra la corrupción, y difundir públicamente los avances en este ámbito.
9. Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
16 octubre 2017
Para lograr este Objetivo de acabar con la pobreza, el crecimiento económico debe ser inclusivo con el fin de crear empleos sostenibles y promover la igualdad.
- Para 2030, erradicar la pobreza extrema para todas las personas en el mundo, actualmente medida por un ingreso por persona inferior a 1,25 dólares de los Estados Unidos al día.
- Para 2030, reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones con arreglo a las definiciones nacionales.
- Poner en práctica a nivel nacional sistemas y medidas apropiadas de protección social para todos, incluidos niveles mínimos, y, para 2030, lograr una amplia cobertura de los pobres y los vulnerables.
- Para 2030, garantizar que todos los hombres y mujeres, en particular los pobres y los vulnerables, tengan los mismos derechos a los recursos económicos, así como acceso a los servicios básicos, la propiedad y el control de las tierras y otros bienes, la herencia, los recursos naturales, las nuevas tecnologías apropiadas y los servicios financieros, incluida la microfinanciación.
- Para 2030, fomentar la resiliencia de los pobres y las personas que se encuentran en situaciones vulnerables y reducir su exposición y vulnerabilidad a los fenómenos extremos relacionados con el clima y otras crisis y desastres económicos, sociales y ambientales.
¿CÓMO LOGRARLO?
- Garantizar una movilización importante de recursos procedentes de diversas fuentes, incluso mediante la mejora de la cooperación para el desarrollo, a fin de proporcionar medios suficientes y previsibles a los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, para poner en práctica programas y políticas encaminados a poner fin a la pobreza en todas sus dimensiones.
- Crear marcos normativos sólidos en los planos nacional, regional e internacional, sobre la base de estrategias de desarrollo en favor de los pobres que tengan en cuenta las cuestiones de género, a fin de apoyar la inversión acelerada en medidas para erradicar la pobreza.
> Para consultar información sobre el compromiso de la FMBBVA en la consecución de los ODS de Naciones Unidas, puedes acceder al apartado: Objetivos de Desarrollo Sostenible.
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Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
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Pese a que la tasa de pobreza mundial se ha reducido a la mitad desde el año 2000, una de cada cinco personas en países en desarrollo sigue viviendo con menos de 1,90 dólares al día. La pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos; también significa hambre y malnutrición, acceso limitado a la educación y otros servicios básicos, discriminación social y exclusión, y falta de participación en la adopción de decisiones. El crecimiento económico debe ser inclusivo para crear empleos sostenibles y promover la igualdad.
Interacción con ODS 3
Priorizar las necesidades en salud de las poblaciones más pobres contribuirá directamente a alcanzar las metas del ODS3.
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United Nations: Goal 1 – End poverty
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INVESTIGACIÓN, ELIMINACIÓN DE LA MALARIA
La vacuna RTS,S podría favorecer la adquisición de inmunidad natural contra el parásito de la malaria
14.08.2019
Este contenido está relacionado con los siguientes ODS:
Objetivo 2: Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible
Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades
Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos
Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas
Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos
Objetivo 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos
Objetivo 8: Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos
Objetivo 9: Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación
Objetivo 10: Reducir la desigualdad en y entre los países
Objetivo 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles
Objetivo 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles
Objetivo 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos
Objetivo 14: Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible
Objetivo 15: Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad
Objetivo 16: Promover sociedades, justas, pacíficas e inclusivas
Objetivo 17: Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible
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Final del formulario
https://www.isglobal.org/-/sdg-1-end-poverty-in-all-its-forms-everywhere
10 Los retos que debe superar Perú para erradicar la pobreza
Según la Agenda 2030, elaborada por la ONU, el Perú debería poner fin a la pobreza para dicho año. Para cumplir esta meta, es fundamental impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible
La pobreza en el Perú bajó a 23,9% en 2013, según el INEI
author
Lima, 17 de octubre 2017Actualizado el 17/10/2017 a las 11:03
Hace diez años, aproximadamente una de cada dos personas en el Perú vivía por debajo de la línea de la pobreza monetaria. Hoy, en el Día Internacional de Erradicación de la Pobreza, las 7’204.000 personas que pudieron salir de esa situación en este período, así como la reducción de más de 70% de la tasa de pobreza extrema, consolidan al Perú como un caso de éxito regional en cuanto a la lucha contra este flagelo.
“En los años cuando más crecíamos, el componente más importante [en la reducción de la pobreza] era justamente el crecimiento económico. Cuando este empieza a descender, la inversión en programas sociales focalizados pasó a ser más importante”, afirma Hugo Ñopo, economista e investigador principal del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade).
Sin embargo, es temprano para cantar victoria. Pasar de una tasa de pobreza de 49,1% en el 2006 a una de 20,7% en el 2016 no garantiza que esta tendencia vaya a continuar. Incluso, podría revertirse.
“La cadencia natural de lo que venimos haciendo no va a ser suficiente para seguir mejorando. Tenemos una clase media emergente que es vulnerable y que ante cualquier eventualidad, como El Niño costero, puede volver a la pobreza”, señala Carolina Trivelli, economista principal del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
Iniciativa: Perú por los objetivos de desarrollo sostenible
Perú por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (PODS) es un movimiento liderado por la ONU, Perú 2021, KPMG y El Comercio que busca hacer conocidos la Agenda 2030 y los 17 objetivos que la componen. Este movimiento tratará de involucrar a la sociedad civil, los emprendimientos sociales y el sector privado como las piezas claves del desarrollo sostenible.
La iniciativa tendrá dos canales principales: un mix de plataformas digitales que brindarán información clave sobre la Agenda 2030 y los ODS; y el lanzamiento de un reconocimiento a los esfuerzos que los actores involucrados realizan para aportar al cumplimento de la agenda, el cual se entregará en el 2018.
pobreza peru
“Si me aumentan el sueldo y así supero la línea monetaria de la pobreza; pero sigo cocinando con leña, no tengo acceso al agua ni energía eléctrica, tengo muchas probabilidades de volver a la misma situación”, afirma Trivelli.
OBJETIVOS COMUNES
En el 2015, el Perú, como miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aprobó la implementación de la Agenda 2030, la cual contiene 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que establecen metas para poner fin a la pobreza para el 2030.
“Los ODS tienen 169 indicadores que permiten pensar en la pobreza de una manera multidimensional y ya no solo como un fenómeno exclusivamente monetario”, comenta María del Carmen Sacasa, coordinadora residente de la ONU en el Perú.
Si bien la pobreza monetaria (tener ingresos suficientes para alimentación y gastos esenciales) suele ser la medida oficial para registrar esta condición, Trivelli coincide con Sacasa en que es momento de empezar a abordarla de una manera más sofisticada.
Objetivos como la igualdad de género, educación de calidad y energía asequible y no contaminante son algunos de los 17 ODS que, desde enero del 2016, el Perú ha implementado de la mano de la ONU.
“El lema de la Agenda 2030 es no dejar a nadie atrás. Así, los ODS han sido formulados tratando de abarcar todo el espectro de la pobreza y pensando, también, en los grupos vulnerables de la sociedad, los cuales, en el Perú, incluirían al sector de afroperuanos, mujeres, niños e indígenas”, afirma Sacasa.
Durante la última campaña presidencial, la ONU trabajó con los diferentes partidos políticos para que incorporasen los ODS en sus planes de gobierno. Solo así, señala Sacasa, se podrá identificar dónde están las mayores disparidades del país y diseñar las políticas públicas sobre esa base.
“El Perú está avanzando, aunque todavía presenta muchas desigualdades. Nuestro Índice de Desarrollo Humano (IDH) muestra que el Perú está clasificado como un país con un desarrollo humano medio-alto, registrando un puntaje de 0,73 [el índice va del 0 al 1]; sin embargo, vemos zonas como Amazonas con 0,3 o Condorcanqui con 0,1”, resalta.
Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INEI) – Encuesta Nacional de Hogares
RETOS Y OBSTÁCULOS
Seguir avanzando al mismo paso en la lucha contra la pobreza y no creer que por sola inercia el porcentaje va a descender representa uno de los mayores desafíos hasta el 2030.
“De aquí en adelante, cada reducción en un punto de la pobreza va a ser más difícil de conseguir. Debemos poner en la agenda del Gobierno nuevamente el tema de la pobreza”, afirma Ñopo.
Trivelli resalta que el sector privado tiene un gran rol como motor de esta lucha. “La centralización es un gran problema en el Perú y el área rural es normalmente la más afectada. Las empresas privadas, como las mineras, pueden llegar a áreas rurales alejadas e identificar cómo apalancar recursos en ese territorio para resolver los temas de escasez de esa zona específica”, señala.
Enfocando estos 13 años restantes para el 2030, en que la meta final, de acuerdo con el primer ODS de la ONU, es poner fin a la pobreza, la implementación de metas de corto, mediano y largo plazo funcionaría como la clave para superarla.
Las inversiones de corto plazo son los programas de ayuda inmediata (por ejemplo, Juntos y Pensión 65). Las de mediano y largo plazo deberían estar más enfocadas en la salud y la educación.
“Esto, además de reducir la pobreza, va a aumentar la competitividad”, detalla Ñopo.“La corrupción, la informalidad laboral, la salud y la educación son otros obstáculos que el Perú tendrá que afrontar de aquí al 2030”, afirma Trivelli.
MUJER Y ECONOMÍA
El quinto ODS de la Agenda 2030 se refiere a la igualdad de género (término a veces reemplazado por la palabra equidad). Empoderar a las mujeres y niñas peruanas, logrando la igualdad de género y disminuyendo su vulnerabilidad en la sociedad, es un punto clave resaltado por Sacasa.
“En el Perú, la pobreza aún tiene rostro de mujer. Si bien formamos la mitad de la población mundial, durante décadas se nos han negado derechos ligados a la educación o empleabilidad. Esto tiene que cambiar”, afirma Sacasa.
Al 2014, las mujeres peruanas ganaban en promedio 30% menos que los hombres (S/984 ante S/1.399) y el porcentaje de mujeres sin ingresos propios era 2,5 veces mayor que el de los hombres. Del grupo que sí laboraba, el 78,4% lo hacía en la informalidad.
11. Erradicar la desigualdad y pobreza infantil
Desde Unicef, al cumplir nuestros primeros 70 años y en el marco de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, hacemos un llamado a la acción: superar la desigualdad, erradicando la pobreza infantil en América Latina y el Caribe.
María Cristina Perceval
21 Diciembre 2016
María Cristina Perceval
Directora de UNICEF para América Latina y el Caribe
En las últimas dos décadas los avances económicos, culturales y sociales en América Latina y el Caribe han impactado positivamente en el bienestar de la población infantil y han permitido la creación de mejores condiciones institucionales para que el ejercicio y el disfrute de los derechos de niñas, niños y adolescentes sean una posibilidad cierta.
Ejemplo de ello es que, en ese tiempo, la región logró disminuir en un 67% la mortalidad de niños y niñas menores de 5 años, o que actualmente el 94% tenga registrado su nacimiento. Asimismo, es un dato alentador el que hoy, en todos los países, más niños y niñas que hace diez años asisten a la escuela.
Sin embargo, 3.6 millones de niños y niñas con edad de asistir a la escuela primaria no lo hacen, o mejor, no han sido generadas las oportunidades y condiciones para que lo puedan hacer. Esto pone en evidencia que son muchos los retos pendientes que nos desafían a seguir trabajando sin descanso por sociedades más justas, inclusivas y dignas. Aquí, en la región más desi-gual del mundo, en la que 70 millones de los 195 millones de niños y niñas actualmente viven en la pobreza y 28.3 millones se encuentran en situación de pobreza extrema. La infancia está en peligro. Debemos cambiar.
Debemos comprender y asumir que la desigualdad no es inevitable, como no es inevitable que 7 de cada 10 niños y niñas con discapacidad no asistan a la escuela en América Latina y el Caribe.
Superar la desigualdad exige que todos seamos protagonistas del cambio. Los Estados, en tanto, es su deber inexcusable; el sector privado, por cuanto es una responsabilidad irrenunciable; y las sociedades, porque es un anhelo impostergable. Los niños y niñas, porque tienen pleno derecho a que sus voces y anhelos sean escuchados y tomados en cuenta. Estas cifras que nos pueden resonar éticamente inaceptables, sin embargo, nos deben resultar política, económica, cultural y socialmente intolerables ya que dan cuenta de una contundente violación de los derechos humanos de miles de niños, niñas y adolescentes.
Una región en la que todos los Estados que la integran han ratificado la Convención de los Derechos del Niño y, por ende, han asumido la indelegable responsabilidad soberana de que progresivamente y sin excusas, universalmente y sin discriminaciones, los derechos de todos los niños y niñas deben ser honrados, cumplidos, protegidos, garantizados.
Desde Unicef, al cumplir nuestros primeros 70 años y en el marco de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, hacemos un llamado a la acción: superar la desigualdad, erradicando la pobreza infantil en América Latina y el Caribe. En Unicef estamos convencidos de que una región más igualitaria y sin pobreza infantil es posible. Sin embargo, no podremos erradicar la pobreza infantil si, como sucede hoy, la inversión pública en la infancia sigue siendo en promedio un 5% del PBI.
Por el trabajo que hemos realizado juntos estos 70 años, ¡gracias! Por el que hace falta hacer, ¡aquí estamos!
> Artículo publicado en el diario El Peruano el 21 de diciembre del 2016
https://www.unicef.org/peru/historias/erradicar-la-desigualdad-y-pobreza-infantil
12 Hay 4 millones de peruanos pobres por sus condiciones de vida
En América Latina Perú es la sexta economía con la pobreza multidimensional más alta. Pero ¿cómo se mide este indicador?
12 de octubre del 2018 – 12:08 PM
Redacción
Hay cuatro millones de peruanos sin acceso a todos los servicios básicos. | Fuente: Andina
Cerca de cuatro millones de peruanos viven en condición de pobreza multidimensional, lo que representa el 12,4% de la población, según el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) 2018, publicado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en colaboración con la Universidad de Oxford.
El Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) recuerda que este índice identifica como pobres multidimensionales a las personas con carencias no monetarias que tengan por los menos un tercio de los 10 indicadores que evalúa el IPM y que están comprendidos en los ámbitos de la salud, educación y estándares de vida.
Estos son: nutrición, mortalidad infantil, años de escolarización, asistencia escolar, combustible para cocinar, saneamiento, agua potable, electricidad, vivienda y activos.
Según los resultados del IPM 2018, a nivel mundial el Perú ocupa el puesto 43 entre 105 países en desarrollo evaluados y a nivel regional es la sexta economía con pobreza multidimensional más alta, detrás de Nicaragua, Honduras, Bolivia, Guatemala y Haití.
“En el caso peruano la mayor fuente de la pobreza multidimensional son las condiciones de vida específicamente en el acceso al saneamiento, agua potable, electricidad y vivienda”, precisó César Peñaranda, director ejecutivo del IEDEP de la CCL.
Pobreza monetaria
Además se observa que este índice representa más de tres veces la pobreza monetaria extrema del país, donde la proporción de pobres multidimensionales es cerca de 10 veces mayor en la zona rural (32,7%) que en la urbana (3,4%), siendo además Loreto (40%), Huancavelica (31%), Huánuco (29%) y Amazonas (28%) las regiones con mayor número de pobres multidimensionales.
Ante este panorama, el IEDEP reitera que el camino para reducir la pobreza pasa por mantener un crecimiento económico alto y sostenido con base en los dos motores del crecimiento: la inversión y la mejora en productividad de los agentes económicos.
“Este impacto se verá en el incremento del empleo adecuado, la reducción de la pobreza monetaria a corto plazo y multidimensional en el mediano plazo. A la vez se debe redireccionar el gasto público, implementando un adecuado número de programas presupuestales y de recursos financieros para acelerar la reducción de la pobreza multidimensional”, anotó Peñaranda.
Sepa más:
12. Perú suma 6,7 millones de desempleados en medio de pandemia
15 de Agosto de 2020
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LIMA (AP) — Perú sumó 6,7 millones de desempleados entre abril y junio como consecuencia de una cuarentena que duró más de tres meses para frenar los contagios del nuevo coronavirus, informaron las autoridades el sábado.
Los desempleados se calcularon en el segundo trimestre –abril, mayo y junio–, luego que Perú inició un encierro nacional que ocasionó la ruina de casi todas las actividades económicas.
Al momento sólo 10,2 millones están empleados, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática. En 2019, Perú tenía una población económicamente ocupada de unos 17 millones.
La economía peruana también disminuyó en 17,3% en el primer semestre del año, dijo el Instituto que es la institución oficial que calcula el crecimiento económico y el desempleo.
La cuarentena culminó a fines de junio y casi todas las actividades se reiniciaron, pero los contagios volvieron a incrementarse, por lo que el gobierno reinstaurará el encierro general por tres domingos consecutivos empezando desde el 16 de agosto para evitar nuevas infecciones detectadas durante las visitas familiares dominicales.
Historiadores y economistas concuerdan que Perú sufre su peor crisis, sólo comparada con la calamitosa situación que quedó el país tras una guerra contra Chile a fines del siglo XIX.
El panorama para Perú, que se jactó de 20 años de crecimiento y era la estrella económica de la región, es uno de los más sombríos del mundo. El Banco Mundial dijo en junio que el producto interno bruto del país sudamericano caerá 12 puntos en 2020, en la tercera peor caída del mundo.
En medio de la crisis económica el país suma 516.292 contagiados y más de 25.000 muertos. Es el tercer país con más fallecidos de Latinoamérica por debajo de Brasil y México.
TEMAS RELACIONADOS
13 DIEZ CARACTERISTICAS DE PAIS DESARROLLADO
7 Consecuencias de la desigualdad mundial
8 Países de alta, media y baja renta
9 Clasificación de desarrollo económico
10 Ejemplos de países desarrollados y subdesarrollados
Fuente: https://www.caracteristicas.co/pais-desarrollado-subdesarrollado/#ixzz6ZSqtrxfZ
14 Te explicamos qué es un país desarrollado y uno subdesarrollado y cuáles son sus diferencias. Además, sus características y ejemplos.
Los países menos desarrollados tienen mayor desigualdad interna.
¿Qué es un país desarrollado y uno subdesarrollado?
Los países que existen en el planeta tienen distintas economías, distintas poblaciones en distintos grados de desarrollo y, en conclusión, distintos problemas. Los eventos históricos y las decisiones de gobierno pueden haber entorpecido o facilitado la resolución de esos problemas a partir de los recursos de cada país.
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Algunos países han logrado resolver muchos de sus problemas de base y le ofrecen a su población cierto estado de bienestar generalizado; estos son los países desarrollados. Otros, en cambio, están aún por hacerlo o han fracasado en sus intentos, por lo que se les conoce como países subdesarrollados o países en vías de desarrollo.
No existe, sin embargo, un consenso respecto a cuáles son, justamente, los aspectos o problemas específicos que distinguen a los países desarrollados de los que no. Se entiende generalmente que en ellos se vive mejor o se tienen problemas menos graves, o que ciertas condiciones mínimas se encuentran garantizadas.
Sin embargo, no siempre se está de acuerdo respecto al uso de esta terminología, por lo que también se habla de primer y tercer mundo, de países más o menos industrializados y muchas otras formas de intentar clasificar las naciones.
Ver además: País emergente
Medición del desarrollo
La diferencia del modelo de vida entre los diversos países existentes puede determinarse a través de distintos métodos e indicadores.
Algunos, tradicionalmente, han contemplado únicamente el aspecto económico: el margen de industrialización, el saldo de la balanza comercial o el poderío de la moneda.
Sin embargo, esos criterios dejan por fuera aspectos sociales y humanos diversos, como el margen de alfabetismo, el acceso a servicios básicos, la expectativa total de vida, etc.
Para incorporar dichos elementos, surgieron otros indicadores como el Índice de Desarrollo Humano (IDH) propuesto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Diferencias económicas
Los países desarrollados poseen economías sólidas y estables.
Los países desarrollados se caracterizan, económicamente, por ser autosuficientes. Como consecuencia, siempre llevan las de ganar en el intercambio internacional.
Su autosuficiencia se debe a que poseen economías sólidas y estables. Por eso sus monedas son fuertes y estables, tienen una alta renta per cápita y grandes activos financieros en diversas formas de patrimonio.
Con respecto a la producción, explotan los recursos naturales de su territorio de manera eficaz y son capaces de exportar materiales manufacturados, con alto valor agregado. Estos productos tiene un valor muy superior al de la materia prima que requirió su fabricación.
Al contrario, los países subdesarrollados comercian siempre en condiciones de desventaja y dependencia. En muchos casos ofrecen materias primas y luego compran productos elaborados a precio mayor. Sus economías son inestables, con frecuentes altibajos y crisis, monedas débiles y altos índices inflacionarios.
Los países subdesarrollados a menudo importan más de lo que exportan. Como consecuencia, se ven en la obligación de contraer préstamos para financiarse y luchan constantemente por evitar la bancarrota.
Diferencias políticas
Los países desarrollados suelen tener ejercicios políticos relativamente democráticos. Las decisiones políticas se toman con menores presiones internas y externas que los países subdesarrollados.
Estos últimos a menudo se encuentran al borde de un cambio violento de régimen de gobierno en forma de golpes de Estado o Revoluciones. Pero un factor importante es que muchas de esas revoluciones están dirigidas en función de los intereses de los países desarrollados.
La constante inestabilidad política del mundo subdesarrollado los hace menos propicios para la inversión internacional y a menudo tiene gigantescos costos económicos asociados.
Diferencias sociales
Las desigualdades se dan en el acceso a bienes y servicios básicos.
Las sociedades subdesarrolladas luchan con diversos problemas sociales como altas tasas de criminalidad y violencia urbana, radicalismos políticos o sociales. A esto se suman las abismales desigualdades en el modo de vida y en el acceso a bienes y servicios.
Los ciudadanos de sus países viven vidas usualmente más cortas y en mayor riesgo de muerte violenta. Sin embargo, estas estadísticas varían enormemente entre una región y otra, dentro del mismo país.
En comparación, la vida en los países desarrollados es más apacible, más acorde a un estado de Derecho, al tener instituciones más sólidas y funcionales.
Diferencias tecnológicas
Los países subdesarrollados generalmente son importadores de tecnología.
La inversión en tecnología en el mundo va de la mano de la economía. Por eso, los países desarrollados son a menudo los líderes en la innovación tecnológica del planeta. Suelen contar con una industria muy desarrollada y altamente tecnologizada.
Los países subdesarrollados generalmente son importadores de tecnología. Esto representa una debilidad desde el punto de vista industrial y militar.
Una excepción a la regla lo constituyen las naciones que previamente formaron parte de países más poderosos, como las antiguas Repúblicas Soviéticas Socialistas (miembros de la URSS). Tras recuperar su autonomía, estos países se vieron propietarios de silos con armamento nuclear y otras tecnologías heredadas.
Causas del subdesarrollo
No existe un consenso respecto a las razones por las que existe el subdesarrollo. Diversas explicaciones se ofrecen al respecto, que responsabilizan de ello al clima, al reparto de las riquezas naturales o a la competencia interna de las regiones.
Una de las teorías más aceptadas apunta a que el imperialismo y colonialismo con que Europa se vinculó al resto de los continentes. De los países colonizados se extrajeron minerales, materias primas y todo tipo de recursos. Además de perder muchas de sus riquezas, en estos países quedaron sociedades a medio construir.
Cuando las potencias colonizadoras decidieron que era mejor negocio liberar sus colonias, en ellas quedaron colectivos humanos de diversos orígenes, que definieron por la fuerza sus diferencias políticas. Este fue el caso de las repúblicas de África y sus numerosas guerras civiles.
Otro tanto ocurrió en las naciones latinoamericanas, que libraron cruentas y costosas guerras de independencia contra España. Cuando lograron la independencia, quedaron en un estado tal de debilidad y pobreza, que su historia económica independiente tuvo muy mal comienzo (como es el caso de Haití).
Por el contrario, los países europeos se beneficiaron tanto del reparto colonial que pudieron acumular riquezas y alcanzar la masa crítica necesaria para inventar el capitalismo y producir la Revolución Industrial. Esta ventaja histórica es uno de los factores decisivos para su desarrollo.
Sigue en: Subdesarrollo
Consecuencias de la desigualdad mundial
Los países desarrollados son los mayores responsables de la contaminación.
La desigualdad mundial genera, entre otras cosas, las siguientes consecuencias:
- Dinámicas comerciales injustas o inequitativas, al servicio de los intereses de los países poderosos.
- Domino militar por parte de los países desarrollados, que conduce a guerras entre ellos y con otras naciones menos potentes (injerencia).
- Migraciones masivas desde el llamado “Tercer mundo” hacia los países del primero.
- Los países desarrollados son los mayores responsables de la contaminación del planeta y el cambio climático. Paradójicamente, la adopción contemporánea de normas ecológicas restringe las oportunidades de los países subdesarrollados.
- Hambrunas, miserias y conflictos étnicos, religiosos y sociales irresolubles, como consecuencia del colonialismo.
Países de alta, media y baja renta
Otra de las formas de clasificación de los países se basa en lo meramente económico: la renta nacional de cada uno. Esto es, el total de los bienes y servicios producidos durante un año por todas las instancias del país, traducibles a capitales y satisfacción de necesidades.
Según este criterio, hay países de alta renta (ricos), renta media (intermedios) y renta baja (pobres). Esto se mide a partir de las cifras de su Producto Interno Bruto (PBI).
Clasificación de desarrollo económico
Las economías en desarrollo aún no alcanzan la masa crítica de bienes y capitales.
Otro criterio de clasificación señala tres categorías:
- Economías Desarrolladas. Naciones que han dado el salto hacia una economía de tipo industrial, capaz de elaborar productos manufacturados de alto valor agregado.
- Economías de transición. Se encuentran en la transición (“dando el salto”).
- Economías en desarrollo (o “de frontera”). Aún no logran alcanzar la masa crítica de bienes y capitales para hacerlo.
20 Ejemplos de países en vías de desarrollados y subdesarrollados
Un mapa parcial de países desarrollados y subdesarrollados apuntaría a lo siguiente:
- Países desarrollados. Estados Unidos de América (EEUU), Australia, Nueva Zelanda, Japón, Canadá y las grandes naciones europeas: Gran Bretaña, Francia, Italia, Países Bajos, Alemania, Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia, etc.
- Países en vías de desarrollo (categoría intermedia). Rusia, Brasil, Irlanda, Chile, Uruguay, México, Polonia, Israel, India, Malasia y las potencias emergentes.
- Países subdesarrollados. La mayoría de las naciones africanas, Venezuela, Bolivia, Perú, y casi toda Centroamérica, las naciones del Asia menor, las antiguas Repúblicas Soviéticas Socialistas y la mayoría de los países del Medio Oriente.
Referencias:
- “Países desarrollados y subdesarrollados. Causas del subdesarrollo” en Gestiópolis.
- “Países subdesarrollados: concepto, características y lista de ejemplos” en Actividades Económicas.
- “País desarrollado” en Wikipedia.
- “Subdesarrollo” en Wikipedia.
- “Desarrollo y subdesarrollo” en Enciclopedia.us.
- “Country classification” Página oficial de las Naciones Unidas (UN).
Fuente: https://www.caracteristicas.co/pais-desarrollado-subdesarrollado/#ixzz6ZSrE8IdJ
https://www.caracteristicas.co/pais-desarrollado-subdesarrollado/
15 EJEMPLOS DE 20 PAISES EN VIAS DE DESARROLLO
Las denominaciones que se eligen utilizar para clasificar a los países son, muchas veces, una postal de una época y de una estructura mundial que nunca es permanente. La división de ‘tres mundos’, y el hecho de catalogar a todos los países en algunos de esos tres, respondía a una necesidad durante la disputa entre los bloques capitalistas y comunistas en el siglo XX, en donde los primeros buscaban generar un consenso sobre la supremacía de sus modos de vida: así, se colocaban en el primer escalón, dejando el segundo al bloque socialista y el tercero a los países más pobres, que no habían alcanzado aún el desarrollo.
Suprimido el bloque socialista, el espacio para el ‘segundo mundo’ quedó vacante, y algunos eligieron dejar de hablar de un segundo mundo, mientras que otros consideraron que la totalidad de los países del tercer mundo pasaban entonces al segundo. La mayoría decidió dejar atrás la idea de segundo y tercer mundo, y comenzar a hablar de países subdesarrollados y en vías de desarrollo.
Desarrollo
La idea de las vías de desarrollo responde a una consideración que supone lineal (como una vía) al camino por el cual los países alcanzan altos grados de crecimiento y luego de desarrollo económicos. El razonamiento es altamente confrontativo con la teoría, casi unánime en materia económica, de la división internacional del trabajo y de la especialización de los países: necesaria y lamentablemente, el orden económico mundial actual rquiere que algunos países estén destinados a carecer de desarrollo económico.
Países Desarrollados Vs. Países Subdesarrollados
Órden Mundial en el Siglo XX
Durante el final del siglo XX y el comienzo del XXI, la denominación de los países en vías de desarrollo se utilizaba englobando a la totalidad de los países del tercer mundo, a los que los unían algunas características en común: la preminencia de los recursos naturales y del espacio para producción de materias primas, la estructura financiera y económica altamente vulnerable, sujeta además a reformas por organismos multilaterales, y los ahorros bajos habitualmente conducentes a una inversión baja.
En lo que va de nuestro siglo, el orden económico mundial se modificó y la idea de las vías de desarrollo se les volvió en contra a los países que las habían propuesto cuando la situación era otra. Es que, al tiempo que los países centrales experimentaron una moderación en el ritmo de su crecimiento, algunos países en vías de desarrollo (los países emergentes) tuvieron en contraposición altísimas tasas de crecimiento, que hicieron que comience a cuestionarse el liderazgo internacional como se lo conocía hasta entonces, al menos en el mediano plazo.
De esta manera, iniciativas que unieran a los países más importantes dentro de los emergentes fueron tomando posición, en detrimento de las antiguas reuniones abocadas a los países centrales, los más importantes del antiguo bloque capitalista. Prácticamente no queda proyección mundial a mediano plazo que no les otorgue los primeros lugares en el desarrollo económico a los países de este tipo, y las organizaciones que los aglutinan, como el BRICS, adquieren una relevancia cada vez mayor en el mapa geopolítico mundial.
Ver también: Ejemplos de Países Centrales y Periféricos
Ejemplos de países en vías de desarrollo
El listado de países en vías de desarrollo no está definido y genera ciertas controversias. A continuación, un listado de algunos países considerados en vías de desarrollo, también denominados países emergentes: los primeros cinco de ellos son los que encabezan este proceso de reacomodamiento internacional.
Brasil | Turquía |
China | Egipto |
Rusia | Colombia |
Sudáfrica | Malasia |
India | Marruecos |
República Checa | Pakistán |
Hungría | Filipinas |
México | Tailandia |
Polonia | Argentina |
Corea del Sur | Chile |
Ver también: ¿Cuáles son los Países del Tercer Mundo?
Te recomendamos:
- Países del Primer Mundo
- Países Subdesarrollados
- Países del Tercer Mundo
- Países del Cuarto Mundo
- Países Centrales, Periféricos y Semiperiféricos
- Países Desarrollados
- Países Socialistas
- Proteccionismo Económico
- Organismos Internacionales
- Objetivos del Mercosur
- Globalización
- Industrias
Cómo citar este contenido:
Enciclopedia de Ejemplos (2019). «Países en Vías de Desarrollo». Recuperado de: https://www.ejemplos.co/20-ejemplos-de-paises-en-vias-de-desarrollo/
Fuente: https://www.ejemplos.co/20-ejemplos-de-paises-en-vias-de-desarrollo/#ixzz6ZSrkh325