
ESTRATEGIAS PARA LA EDUCACION DE CALIDAD
- EL MAESTRO Y LA FORMACION EN VALORES
- EDUCACION EN VALORES DE PADRES A HIJOS
- EDUCACION DE CALIDAD CON HONESTIDAD
- LA EDUCACION Y LOS VALORES EN LA ESCUELA
- LA IMPORTANCIA DE FORMAR EN VALORES EN LA EDUCACION SUPERIOR
- LA CRISIS EDUCATIVA COMO UNA CRISIS EN LA FORMACION DE VALORES
- HERRAMIENTAS Y REFLEXIONES PARA EL TRABAJO CON JOVENES
- VALORES INCLUSIVOS
- LA EDUCACION COMO FACTOR CLAVE PARA VENCER LA POBREZA
- LA EDUCACION EN VALORES COMO FORTALECIMIENTO DE LA DEMOCRACIA
- LA EDUCACION EN VALORES DESDE EL ENFOQUE CIENCIA-TECNOLOGIA-SOCIEDAD: LA SIMULACION EDUCATIVA COMO HERRAMIENTA DIDACTICA AVANZADA
- LA IMPORTANCIA DE ENSEÑAR EL VALOR DEL TRABAJO A LOS NIÑOS
- RECUPERAR LA PERDIDA DE VALORES CON LA EDUCACION EN VALORES
- EDUCACION CIUDADANA Y EN VALORES PARA FORTALECER LA SEGURIDAD CIUDADANA
- LOS VALORES EN LA SOCIEDAD ACTUAL
DESARROLLO
1. EL MAESTRO Y LA FORMACION EN VALORES
Una acción a corto plazo es la intervención del maestro respecto a la crisis en valores con preparación, asumiendo un compromiso en formar integralmente a los alumnos tomando en cuenta la cuestión formativa y por lo tanto también los valores. En muchos casos el maestro sigue utilizando métodos tradicionalistas, lo más que pueden lograr es formar hombres con poca creatividad, pasivos, que se conforman con lo que hacen o tienen, por eso los valores deben abordarse de acuerdo a la dinámica de la sociedad actual, profundizando en el enfoque formativo de planes y programas mencionados anteriormente como “Escuela para Padres” o “Valores por una Convivencia Escolar Armónica” implementados, atendidos y llevándolos a cabo el gobierno pero desafortunadamente no han tenido el impacto esperado, ni los resultados que deseaban obtener. Por ello, los maestros involucrados en la acción educativa deben considerar siempre el contexto en el cual se desenvuelven, atendiendo los sistemas de valores vigentes en la cultura y la sociedad. Debemos entender que el desenvolvimiento diario de cada individuo, está impregnado de acciones valorativas que comparte con otros individuos de su propia cultura, que se realiza a través de interacción comunicativa, acciones y comportamientos, de modo que si deseamos comprender, interpretar y explicar el significado de la dimensión valorativa que prevalece en determinada realidad, en su contexto de tiempo y espacio especifico, es preciso conocer el discurso conocido y oculto que prevalece en la interacción social y el significado que se otorga al mismo, así como las actitudes, rutinas y tradiciones de los individuos. Una de las acciones que el docente puede efectuar, es primero tomar conciencia de los problemas de este mundo actual que en gran parte se deben a una crisis de valores, luego de buscar y coordinarse con otras personas, ya sean autoridades, otros maestros o la familia y en forma solidaria atender más a lo formativo de la educación inculcando o promoviendo los valores. Como lo menciona Arboleda (2011, p.93) Por estas razones es una tarea difícil pero no imposible, con trabajo y dedicación los educadores pueden hacer llegar, formar o reforzar los valores a nuestros niños y jóvenes para responder a las demandas de una sociedad que presenta cambios vertiginosos en aras de un supuesto desarrollo caracterizado por la anarquía y falta de planeación por parte de los sectores políticos y educativos, ya que no se dan los resultados esperados de educar para la vida. Por ello es de suma importancia, que el docente ofrezca desde la institución educativa los conocimientos, procedimientos y actitudes que hagan posible la construcción de criterios morales propios, derivados de la razón y el diálogo; así, es posible pensar que todo esté arduo trabajo se debe iniciar ya con los más pequeños, es decir, en la educación infantil pero el problema con que nos encontramos los educadores en nuestra práctica docente, es que mientras nadie discute que la Educación en Valores debe empezar en las primeras edades y que es importante tenerla en cuenta, no dejando de lado otros aspectos psicológicos, sociológicos y afectivos, los referentes didácticos y la bibliografía al respecto es muy escasa, pues es muy limitado el material escrito sobre educación en valores en esta etapa educativa. Esto hace que si los educadores y maestros no tienen referencias sobre esta temática es difícil que puedan hacer un análisis y reflexión sobre su propia práctica educativa, ya que no cuentan con modelos de posibles actividades sistematizadas para poder realizarlos con sus alumnos y alumnas. Estos referentes no deberían ser “recetas” sino materiales que les ayudarían a reflexionar sobre su propia realidad y poder ir construyendo una metodología y un ritmo de trabajo adecuado a su 274 | Rodolfo Pinto-Archundia · La importancia de promover los valores del hogar hacia las escuelas primarias escuela y a sus necesidades. Decimos que no se tratarían de “recetas” ya que debemos tener en cuenta que en la educación en general y concretamente en el tema que estamos tratando las recetas y los métodos, no existen como modelos a imitar a la perfección. Lo que sí es viable y aconsejable es el poder conocer diversas experiencias y formas diferentes de tratar esta temática pero es cada institución y cada educador el que reflexionará y diseñará cómo sistematizar el trabajo de los valores en su entorno atendiendo las necesidades sociales e individuales de los niños y niñas que forma parte de su entorno educativo. Además, hemos de reflexionar sobre el tema y ser responsables del modelo de reflexión y de intervención didáctica que construimos. También debemos tener en cuenta que el modelo al que lleguemos no podemos darlo nunca por acabado ni podemos pensar que no se puede mejorar ya que como profesionales de la educación sabemos que la tarea educativa es un tipo de tarea que está continuamente en constante progreso y con la cual debemos adoptar siempre un proceso de cuestionamiento, de diálogo, de reflexión y de autoreflexión, para así ir construyendo el día a día y mejorar la práctica docente. La formación de valores en el aula Si nos referimos específicamente al aula, los actores (docentes y alumnos) sus manifestaciones valorativas individuales, grupales y colectivas, no las evidencian notablemente a través de sus acciones, percepciones, actitudes, lo que refleja la dinámica de la cultura escolar y las tendencias socio-culturales del momento histórico que vive la sociedad. En el aula coexisten diversos esquemas valorativos presentándose contradicciones e inconsistencias que se manifiestan en la cultura escolar a través del discurso, los comportamientos, actitudes y acciones que se practican pero se le da más importancia a los programas académicos por el saber de los alumnos en términos de competencias intelectuales, descuidando el saber actuar y convivir que se expresa en normas de comportamiento, valores y actitudes ante sí mismo y ante los demás. El propósito central de planes y programas de primaria del año 2015 es preparar al alumno para la vida, desarrollando habilidades y destrezas en el terreno práctico intelectual, así como la promoción de valores, hasta llegar a formar un sujeto competente, con capacidad de decisión, apto para el desarrollo social, en libertad, solidaridad, democracia, tolerancia, etc. Para un crecimiento personal, para la autoestima y autonomía, la realización personal y una mejor calidad de vida, por lo cual el trabajo que realiza el docente no se debe enfocar solo a la formación intelectual, debe atender todas las vertientes que se le marca en el documento rector educativo (Artículo Tercero Constitucional), que aunque trae implícita la formación valoral, no hay una sistematización para abordar el tema de valores en el aula a excepción del área cívica y ética, por lo cual el docente debe buscar alternativas de preparación, información y participación en programas gubernamentales, lo que no es suficiente aunque el docente esta consiente de la necesidad de formar en valores, lo más común es que se aborden con preguntas guiadas a través de un cuestionario que los alumnos resuelven en casa o en el aula, además se les presentan situaciones problemáticas en teoría donde deben tomar decisiones estando implícitos los valores. En consecuencia, el trabajo en el aula es fundamental para tener logros en la formación integral del educando, lo que depende en gran parte de la participación del docente.
- EDUCACION EN VALORES DE PADRES A HIJOS
La mejor herencia que puedes dejar a tus hijos es la educación en valores, valores que definen la ética del obrar correcto, los valores conforman la propia personalidad de tal forma que cuando el niño o niña evoluciona es mas fuerte para no dejarse influir por los demás en la adolescencia.
Tu tienes gran responsabilidad porque desde tu posición puedes transmitir un buen ejemplo a tu hijo o hija no hay nada que sea tan pedagógico como tu misma actitud por ello intenta ser coherente entre aquello que haces y aquello que dices.
3. EDUCACION DE CALIDAD CON HONESTIDAD
La honestidad es una cualidad que define la calidad humana que consiste en comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad, de acuerdo con los valores de verdad y justicia.
Como honestidad se designa la cualidad de honesto. Como tal, hace referencia a un conjunto de atributos personales, como la decencia, el pudor, la dignidad, la sinceridad, la justicia, la rectitud y la honradez en la forma de ser y de actuar. La palabra proviene del latín honestĭtas, honestitātis.
La honestidad es un valor moral fundamental para entablar relaciones interpersonales basadas en la confianza, la sinceridad y el respeto mutuo.
No podemos construir un edificio sin un buen cimiento, sin una buena base y a eso es semejante la educación inicial la parte de la vida en la que construimos una base fuerte de conocimientos o sea la formación en valores construye la fuerza interna del niño o niña que le acompañara toda su vida al triunfo.
la calidad del niño o niña esta en los valores cultivados, estos valores dan frutos de calidad.
4. LA EDUCACION Y LOS VALORES EN LA ESCUELA
En el sistema educativo nacional a través de la escuela, cumple funciones en la formación en valores, cívica y para la democracia por medio de planes y programas; lo cual ya no es suficiente porque las exigencias que fundamentalmente demanda la sociedad, es una formación ética y moral que permita la convivencia armónica. Los sistemas educativos inevitablemente están fundados en valores, todas las elecciones que deben hacerse en educación desde los contenidos, la metodología y la formación del docente están basadas en la visión que la sociedad tiene, es decir, en un conjunto de valores. Lo que parece no ocurrir con toda la eficacia es que la sociedad quisiera la apropiación de esos valores por parte de los educandos, en un número creciente de casos están apropiándose de valores o al menos de criterios de juicio y comportamiento, procedentes de otras fuentes extraescolares, entre las cuales los medios de comunicación, cada vez más globalizados, juegan un papel importante. Los contenidos curriculares son incorporados al sistema educativo comenzando con la formación de los docentes responsables de impartirlos, como los programas oficiales que se implementan en las instituciones educativas; a esta situación se agrega un debilitamiento sistemático de la escuela pública por la vía de la disminución presupuestaria para infraestructura y recursos didácticos, así como recortes en programas artísticos, culturales y de desarrollo personal, y el salario de los maestros (Elzo, 2004, p.82) que no beneficia en el desarrollo del educando en el ámbito formativo intelectual y valoral. Como lo establece Elzo, “Los resultados de la educación a la cual le sobran discursos pero no se traducen en su totalidad en acciones reales que ayuden a formar hombres y mujeres capaces de integrase a la dinámica de la vida actual en forma responsable como ciudadanos productivos con valores. Ante el momento de desesperación y la sensación de pesimismo que enfrenta la sociedad de hoy, el panorama se agrava por el hecho de que el sistema educativo hace énfasis en el componente informativo descuidando el aspecto formativo, entonces la educación es fundamental para ayudar a superar la crisis de valores, pues desde este campo es posible interrogar y penetrar a la realidad cultural para descubrir, comprender e interpretar mas cabalmente la dinámica que caracteriza la práctica de valores ya sea en la escuela, la familia y la comunidad, partiendo de tal conocimiento generar alternativas inspiradas en el aspecto formativo permitiéndole al ser humano garantizar el resguardo de sus valores y construir otros acorde a la actualidad, tanto espirituales, como materiales, sociales, políticos o de cualquier índole”. En este sentido, la educación y los valores que se imparten en el aula no se cuestionan, los cambios significativos que se están dando a nivel personal y social, presupone que, si los valores económicos priman y devalúan los valores psicológicos y afectivos que nos ayudan a ser personas con criterios de autoreflexión hacia nosotros mismos y el mundo que nos rodea, a ser capaces de poder comprender al otro como si de nosotros mismos se tratase, puede ser que, en un futuro quizá no muy lejano, viviremos en una sociedad despersonalizada y egoísta. Ra Ximhai Vol. 12, Número 3 Edición Especial, Enero – Junio 2016 | 273
5. LA IMPORTANCIA DE FORMAR EN VALORES EN LA EDUCACION SUPERIOR
Recibido para Arbitraje: 26/01/2007
Aceptado para Arbitraje: 07/05/2007
Dra. Luzcarin Molina, Dra. Siulbel Pérez Pellín , Msc. Auxifrantys Suárez, Pbro. William A. Rodríguez G
RESUMEN La importancia de este estudio es resaltar los valores ausentes o negados en la praxis universitaria, para la toma de consciencia y trabajar los valores que deben favorecer el ambiente universitario y más aún en el campo de la salud. La formación que se le brinde al profesional de la salud debe partir de la realidad circundante y responder a las necesidades que éstas implican. La educación es la fuente de los valores donde se aprenden las grandes virtudes. Su importancia consiste en que el hombre logre su propia autodeterminación como persona. Esta tarea educativa no es posible son la cooperación de las instituciones, en este caso la universidad, por ello es imprescindible trabajar de la mano, acompañando el proceso de formación integral desde un proyecto de vida. Por eso, este estudio busca resaltar y aportar los valores que hay que resaltar desde el quehacer educativo y aportar a la educación superior un aspecto por seguir trabajando.Palabras Claves: valores, profesional, universidad, ejercicio docente, formación integral, ambiente universitario, formación pedagógica.ABSTRACT The importance of this study is to highlight missing or denied values within the University praxis, to help the decition making process and to work around the values that should support the university ambience and even more to the field of health. The instruction to be provided to the health professionals should be created based on the reality around us and act in response to the needs this reality implies. Education is the source of values where great virtues can be learned. It’s importance consists in that the man will achieve self-determination as a human being. This educational challenge would not be posible without the institutions’s involvement; on this case, the University. For this reason, it is imperative to work hand by hand accompanying the process of integral training from a project of life. That said, this study is intended to provide the values that needs to be emphasized from the initial educational commitment and to provide to the higher education system a meaning to keep working.Key words: values, profesional, university, integral education, university ambian |
INTRODUCCION
Hablar actualmente de educación a nivel superior y más aún en el campo de la salud es hacer referencia a los vertiginosos cambios de la tecnología y el impacto de la globalización en el mundo educativo. La formación que se le brinde al profesional de la salud debe partir de la realidad circundante y responder a las necesidades que éstas implican. La educación es la fuente de los valores donde se aprenden las grandes virtudes. Su importancia consiste en que el hombre logre su propia autodeterminación como persona.
Ahora vislumbramos la educación desde su contexto y desde los diversos entes que influyen en la formación de los educandos, partiendo de la realidad vertiginosa que nos exige una educación innovadora y efectiva para alcanzar un profesional de la salud innovador, creativo y efectivo.
Sabemos que la educación en valores y los valores que hay que resaltar en la educación superior garantizan el futuro en la educación, nosotros los educadores somos los amigos de esos pueblos. Esta tarea educativa no es posible son la cooperación de las instituciones, en este caso la universidad, por ello es imprescindible trabajar de la mano, acompañando el proceso de formación integral desde un proyecto de vida. Por eso, este estudio busca resaltar y aportar los valores que hay que resaltar desde el quehacer educativo y aportar a la educación superior un aspecto por seguir trabajando.
SIGNIFICADO DEL VALOR EN LA EDUCACION SUPERIOR
1.- Significado del Valor en el campo educativo
Para poder centrarnos en los valores que hay que resaltar en la educación superior, específicamente en el sector salud, debemos definir que es un valor, y la raíz etimológica de la palabra valor deriva del latín valere, que significa ser fuerte, robusto, tener fuerza, energía o poder, prevalecer, tener eficacia. Por lo que, tras esta definición existe un empeño de extraer de la realidad algo que se encuentra dentro: la fuerza, la potencia de un ser, cuya concientización se produce gracias al hecho humano(1).
La noción de valor ha sido tomada de la economía. Desde la antigüedad el término ha sido usado para indicar la utilidad o el precio de los bienes materiales. Los griegos inventaron el vocablo «axios» que significa «digno», lo de «gran valor, sin embargo su uso no tuvo la repercusión que han tenido otras invenciones lingüísticas, probablemente, porque pensaban que valores como bien, belleza, justicia, verdad, etc; se encontraban, por lo general. El hombre se acerca a las cosas para valorarlas, son buenas o malas, son bellas o feas, son verdaderas o falsas, etc. Siempre realidad vale por igual, no es más o menos realidad, más o menos ser, y su estimación está determinada siempre por el sujeto. El valor no es, pero vale. Al reflexionar de este modo nos proponemos considerar el carácter objetivo o subjetivo de los valores, es decir, el hombre resalta o descubre los valores(2).
1 Calzadilla, R. Ética y educación humanista, una reflexión para transformar la educación y apoyar la formación de la persona humana. Fundadonex. Caracas, Venezuela.2005, p. 34texto
Los valores los expresamos en la convicción razonada de que algo es bueno o malo, y una vez interiorizados se convierten en normas y pautas de comportamientos. Los valores están íntimamente vinculados a la idea que se tenga del hombre y de la sociedad; de ahí que hablemos de valores individuales y colectivos, de ideales, de convicciones, aspiraciones, sentimientos, actitudes y creencias compartidas.
Son los valores en relación a la educación lo que las bases estructurales son a un edificio. Puede ser que los problemas que hoy presenta la educación superior en el sector salud, se deban a que nos faltó un buen fundamento en el proceso desarrollado; posiblemente nos hemos fundamentado en arenas movedizas (conocimientos, memorización, normas), y no hemos colocado el cemento armado de los valores y principios fundamentales éticos y morales sobre los cuales tendrían más sentido las normas y los conocimientos.
La falta de capacidad para asimilar estos vertiginosos cambios y la carencia de mecanismos de sustitución capaces de reemplazar las viejas estructuras, produjeron un tremendo vacío que afectó por igual a dirigentes y dirigidos, a docentes y alumnos, que son en consecuencia, quienes forman la sociedad actual, con una tergiversación de los valores esenciales del hombre del hoy.
El autor Rivolta afirma que «el sistema educativo venezolano olvidó o soslayó por incapaz, su misión más importante como es la de sentar principios para lograr una auténtica educación para la libertad, para la democracia, para la familia, para la trascendencia». Por eso es que tenemos que empezar por establecer el perfil moderno del nuevo líder educacional, acorde con la situación vertiginosamente cambiante del tiempo que nos toca vivir. Delinear en forma precisa la diferencia profunda entre profesor educador y profesor docente. Docente y educador no son sinónimos. Son conceptos que se complementan. El docente puede o no tener vocación de educador, puede contentarse con transmitir conocimientos. Puede vivir de su docencia, puede comerciar con ella. No así el educador, éste sembrará semillas que deberán fructificar a su tiempo, para convertirse en normas de vida y en caminos de libertad(3).
La educación superior en el área salud debe producir dicho perfil necesario, debe estar fundamentada en la transmisión de los valores que el educador posea, ya que el auténtico educador debe comenzar por entender que su magisterio es ante todo una vivencia. No se trata de hacer de educador, sino ser educador. Hoy más que nunca nuestra labor de educador debe arrancar de la vivencia íntima, sincera, serena de los valores que queremos transmitir, o seremos rechazados por hipócritas.
2 Rodríguez, W. Apuntes Bioéticos desde el campo de la salud. Organización Gráficas Capriles. Caracas, 2004, p 34
3Rivolta, Ch. Un maestro nuevo para una Venezuela en crisis. I.M.P.M. U.P.E.L, Valencia, 1990, p 39
De Viana expresa que los procesos económicos y las nuevas negociaciones han precipitado en el mundo la necesidad de reconducir los valores éticos, ya que se ha comprendido que la falta de ética es el mayor desencadenamiento de la autodestrucción de la sociedad. Da la impresión de que en el país hay un escaso desarrollo de la conciencia ética, lo que no significa que en Venezuela no haya valores, pero sí que los valores se distorsionan con facilidad.
Estamos en una época de deshumanización donde los valores éticos entre profesores y alumnos se han perdido, debido a que el docente solamente se interesa por dar información y descuida el crecimiento personal. No es este un pensamiento aislado, forma parte de un contexto nacional, así opinan jueces, economistas, políticos. Será indispensable el esfuerzo para salir de la crisis.
La educación superior del sector salud ha de desplegar las posibilidades mejores del educando en orden a su plenitud personal y a la mejor integración, que no es sólo adaptación, sino también superación del ambiente natural, social y cultural. Todo cuanto atente contra la dignidad personal, psicológica, social o psicobiológica, es inmoral. Aquí se incluye lo que atenta contra su salud y lo que pueda contribuir a fomentar los antivalores, como la ignorancia, la violencia, la corrupción. Es la educación el arma posible para la superación del hombre; la educación no hace al hombre, sino que hace mejor al hombre, le da una cualidad; la educación perfecciona al hombre y en definitiva es el conjunto de hábitos operacionales bueno, que ayudan a desarrollar al hombre en sus facultades; estos hábitos inciden sobre las facultades específicamente humanas: la inteligencia y la voluntad.
2.- Valores que deben fomentarse en la educación superior
Nuestro punto de partida es que todos los valores deberían de partir de la educación, se considera conveniente para una educación acertada de los valores, tomar en cuenta los siguientes criterios: valorar la responsabilidad, cambio, social, valorar la creatividad, la autonomía, la cooperación, la comunidad contra el individualismo.
La educación de los valores en la educación superior en los profesionales de la salud, en este momento actual así como es una exigencia social, igualmente confronta vicisitudes por el hecho de tener que partir de la realidad existente. La autoestima en sus niveles más bajos debido a la crisis material y espiritual agobia a todos. La creatividad convirtiéndose en picardía debido, unas veces a la viveza natural y otra motivada por la necesidad. La ética convertida «en cuanto hay para eso» o «yo voté por usted», es entre otras desventajas, el marco referencial donde el docente debe ser el salvador de esta catástrofe moral. Con el fin de facilitar la labor educativa, se presentan a continuación diversas formas metodológicas para afrontar los mencionados problemas y cumplir así con el espíritu de la ley que pretende el logro de hombres capaces de superación ante las más grandes dificultades(4).
4Guadalupe, M. Educar en Valores. Ed. Paulinas, Colección Vivir 1. Caracas, 2000, p 121.
A raíz de la experiencia como catedrático, los valores que deben fomentarse en la educación superior son: amistad, creatividad, libertad, alegría, autoestima, igualdad, humildad, respeto, dignidad, sensibilidad.
Uno de los valores a fomentar sería también la sabiduría, necesitamos sabios, vivir sabiamente no significa saber muchas cosas, sino saber vivir en plenitud, dando significado a la totalidad de la existencia. La sabiduría no procede en el cultivo solamente de las capacidades mentales o la acumulación de conocimientos, tampoco de las habilidades corporales. La sabiduría procede más bien de despertar las múltiples inteligencias que nos permitan conocer y conocerse para vivir conscientes. San Agustín afirma «el ser humano suele tener una gran estima por el conocimiento de las cosas, pero no sin duda más los sabios que anteponen a esos conocimientos de sí mismo». La sabiduría sentenciada por Agustín en el siglo IV es la interioridad del hombre, es allí donde me descubro, donde habita la verdad del hombre.
En la medida que nuestros docentes interioricen su caminar en esa medida ayudarán a sus alumnos a ser hombres y mujeres capaces de interiorizar para ser plenos.
En otro valor es la verdad, no vive en la verdad quien simplemente acepta y cree determinadas formulaciones de la misma. Como tampoco vive en la ley quien solo vive bajo su peso. La verdad es algo externo al hombre: es una realidad viviente y actuante en el corazón de cada corazón. Vive verdaderamente quien, en consecuencia, es coherente con su propio misterio interior. Quien es fiel a la verdad, cuya voz se deja oír en la honestidad y la transparencia de la propia interioridad, es simultáneamente fiel a sí mismo. Quien vive, concientemente o inconcientemente, divorciado de su propio proyecto de vida personal, se traiciona a sí mismo, no vive, se deja vivir.
Uno de los retos de la educación consiste en discriminar o distinguir la felicidad del placer. Son muchos los que confunden felicidad con suerte o alegría. Muchos son los que esperan ser felices, porque quienes le rodean son buenos o agradables. La felicidad verdadera, en cambio, es un valor irradiante del corazón: no depende de la clase de retos con que la vida rodee al hombre, sino de localidad de la propia respuesta interior a los mismos. Educar en este valor es ayudar al educando a descubrir el propio secreto para responder al odio con amor, con paz a la violencia, a la incomprensión con comprensión, a las tinieblas con la luz y con el bien y al mal.
Cuando hoy se habla de amor, generalmente, se entiende sintonía erótica. El amor que sostiene San agustín por ejemplo, es el amor del alma de persona a persona. Es la sintonía de dos personas que se funden en una sola. Su fundamentación está en la similitud de convicciones, sentimientos, gustos, apreciaciones, modos de ser y conducirse. Se trata de un amor altruista, desde este sentido las personas va a orientar su proyecto de vida, su profesionalidad desde un sentido más convincente.
La Trascendencia es un valor clave en las personas para que sean plenas. Quien desconoce a Dios verdadero, se construye falsos dioses. Hay muchas personas que internamente son un desastre y difícilmente pueden alcanzar éxito, y menos aún mostrarse bondadosas y serenas.
Estos valores nos marcan un camino por recorrer y un proyecto de vida para acentuar mas nuestro crecimiento y aportar al sistema educativo y al país. Para que la educación a nivel superior parta de una educación en valores.
Cuando el docente como persona y educador, se percata de la gran misión que tiene entre sus manos, la educación adquiere una nueva connotación y es cuando toma un nuevo sentido, el docente se considera con una misión a cumplir, se acaban los discursos y se comparten las propias vivencias. Esta manera de vivir la educación, de debe estar enmarcada en una normativa, cuyo conocimiento se supone, en quien está inmerso en una verdadera formación docente, ya que las leyes y normas contienen en sí misma la filosofía que sustenta al sistema educativo y determinan los valores que configuran el perfil deseado. Cada día la sociedad demanda con más fuerza a las Universidades, la formación de profesionales competentes. La calidad en la formación del profesional depende no sólo de los conocimientos y habilidades que desarrolle en el currículum universitario sino también de los intereses y valores que regulan su actuación profesional.
El amor a la profesión, la responsabilidad, la honestidad constituyen valores esenciales reguladores de la actuación de un profesional competente.
VALORES A RESALTAR EN LA EDUCACION SUPERIOR
La formación de valores constituye un problema pedagógico complejo solamente comprensible a partir de un análisis psicológico de la naturaleza del valor en su función reguladora de la actuación humana.
En su conceptualización psicológica el valor debe ser analizado teniendo en cuenta su naturaleza objetiva-subjetiva.
El valor en tanto significación de un hecho es al mismo tiempo objetivo y subjetivo ¿Quién atribuye significado? El ser humano. Por tanto el valor como significado atribuido tiene una naturaleza subjetiva toda vez que existe individualmente en los seres humanos capaces de valorar; pero al mismo tiempo tiene una naturaleza objetiva en tanto constituye parte de la realidad social e histórica en la que se desarrolla el ser humano.
En este sentido los valores tienen además de una existencia individual, una existencia supraindividual toda vez que forman parte de la realidad social como relación de significados entre los hechos de la vida social y las necesidades de la sociedad, e histórica como sistema de valores oficialmente instituidos en una sociedad concreta.
La comprensión de la naturaleza objetiva-subjetiva del valor es fundamental para su educación.
Tanto los valores más trascendentes para una sociedad como la igualdad, la justicia, la solidaridad, como los valores más específicos, por ejemplo, en el orden profesional, el amor a la profesión, la responsabilidad, son reflejados por cada persona de manera diferente en función de su historia individual, de sus intereses, capacidades; quiere decir que no siempre los valores jerarquizados oficialmente por una sociedad como los más importantes (existencia objetiva del valor) son asumidos de igual manera por los miembros de la sociedad (existencia subjetiva del valor). Esto ocurre porque la formación de valores en lo individual no es lineal y mecánica sino que pasa por un complejo proceso de elaboración personal en virtud del cual los seres humanos, en interacción con el medio histórico-social en el que se desarrollan, construyen sus propios valores.
La diferencia entre la existencia objetiva y subjetiva del valor y su expresión en la conciencia del hombre es explicada por A.N. Leontiev a través de sus conceptos, significados y sentido personal.(5)
González Rey al referirse a la importancia de comprender la complejidad de la naturaleza subjetiva del valor en su función reguladora de la actuación del sujeto establece la diferencia entre lo que denomina «valores formales» y «valores personalizados».
En este sentido plantea González:
Ningún contenido que no provoque emociones, que no estimule nuestra identidad, que no mueva fibras afectivas, puede considerarse un valor, porque este se instaura a nivel psicológico de dos formas: los valores formales que regulan el comportamiento del hombre ante situaciones de presión o control externos, y creo que no son los que debemos formar, y los valores personalizados, expresión legítima y auténtica del sujeto que los asume, y que son, en mi opinión, los valores que debemos fomentar en toda la sociedad cubana de hoy(6).
Por tanto, si queremos comprender cómo los valores se constituyen en reguladores de la actuación individual debemos detenernos en el análisis de la naturaleza subjetiva del valor. El valor en su existencia subjetiva individual se manifiesta como motivo de la actuación. Los valores, por tanto, existen en el individuo como formaciones motivacionales de la personalidad que orientan su actuación hacia la satisfacción de sus necesidades.
De esta manera un estudiante universitario es responsable no porque conozca la importancia del valor responsabilidad o las circunstancias lo obliguen a ser responsable, sino porque siente la necesidad de actuar responsablemente. La responsabilidad en este caso, deviene un motivo de la actuación.
Por tanto, sólo cuando los valores constituyen motivos de la actuación del sujeto se convierten en verdaderos reguladores de su conducta.
5Leontiev, A.N. Actividad. Conciencia. Personalidad. Editorial Pueblo y Educación.1981, p 234
6González, F. Un análisis psicológico de los valores. Su lugar e importancia en el mundo subjetivo. En: La formación de valores en las nuevas generaciones. Una campaña de espontaneidad y conciencia. Editorial Ciencias, Colombia. 1996, p 64.
Este hecho tiene implicaciones importantes en el orden pedagógico, sobre los cuales nos detendremos más adelante, toda vez que nos permite comprender que la formación de valores en el currículum universitario no se limita a un proceso simple, lineal y homogéneo de transmisión de información del profesor al estudiante, donde el estudiante es un ente pasivo en la recepción de significados, sino que se produce en un proceso complejo de comunicación entre profesores y estudiantes, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, donde el estudiante asume una posición activa en la apropiación individual de los significados para la construcción de sus valores.
El valor como formación motivacional de la personalidad tiene diferentes niveles de expresión funcional en la regulación de la actuación(7).
El nivel de desarrollo del valor como regulador de la actuación del sujeto puede analizarse a partir de los siguientes indicadores:
1.1 Flexibilidad-rigidez con que se expresa el valor en la regulación de la actuación.
El valor puede expresarse en la regulación de la actuación de manera rígida o flexible. La flexibilidad se manifiesta cuando el valor regula la actuación del sujeto no de forma mecánica y absoluta, sino a partir del análisis de las situaciones concretas que se presentan y de la búsqueda, por tanto, de alternativas diferentes de solución a los problemas que el sujeto enfrenta en su actuación.
Por ejemplo, dos estudiantes pueden ser sinceros; sin embargo la forma en que el valor sinceridad regula su actuación puede ser diferente; en un caso puede manifestarse la sinceridad de manera rígida, ello implica que el estudiante siempre dice la verdad sin tener en cuenta el lugar, momento, y situación en que se encuentre. Esta forma rígida de manifestar la sinceridad lejos de constituir una virtud puede ser un gran defecto. Por el contrario el estudiante que manifiesta flexibilidad en la expresión de su sinceridad sabe buscar el momento, la forma y las condiciones propicias para expresar sus ideas y sentimientos.
La flexibilidad, por tanto, implica un nivel superior de funcionamiento del valor en la regulación de la actuación.
1.2 Posición que asume el sujeto en la expresión de los valores en la regulación de la actuación.
El sujeto puede asumir una posición activa o pasiva en la expresión de sus valores. La posición activa en la expresión de los valores caracteriza un nivel superior de desarrollo y se manifiesta cuando el sujeto actúa espontáneamente, con iniciativas en la expresión de sus valores.
Este nivel se corresponde con lo que González Rey denomina valores personalizados. La posición pasiva en la expresión de los valores se correspondería entonces con los valores formales, es decir, cuando el sujeto actúa no por convencimiento, por sentir la necesidad de actuar de esa manera, sino por presiones externas.
7 González, F. La personalidad, su educación y desarrollo. Editorial Ciencias Sociales. Colombia.1985, p 15.
Por ejemplo, dos estudiante pueden actuar solidariamente, sin embargo uno lo hace sólo cuando siente una presión externa (posición pasiva) mientras que el otro lo hace siempre que sea necesario (posición activa).
1.3 Grado de mediatización de la conciencia en la expresión de los valores.
Este indicador se manifiesta en la posibilidad del sujeto de argumentar con criterios propios el por qué de su actuación.
Cuando existe un grado mayor de mediatización de la conciencia en la regulación de la actuación, el sujeto manifiesta una reflexión personalizada en la expresión de sus valores, quiere decir que es capaz de argumentar y defender a partir de sus puntos de vista y criterios el por qué actúa de una u otra manera.
En la medida en que el grado de mediatización de la conciencia en la regulación de la actuación es menor, el sujeto es incapaz de argumentar y defender con criterios propios el por qué de su actuación.
La reflexión personalizada en la expresión de los valores caracteriza un nivel de funcionamiento superior en la regulación de la actuación.
1.4 Perseverancia-inconstancia en la expresión de los valores.
Los valores pueden regular la actuación de manera perseverante o inconstante.
La perseverancia implica la disposición de llevar adelante los propósitos y decisiones adoptadas independientemente de los obstáculos que haya que vencer. La inconstancia caracteriza a los sujetos que abandonan el camino tomado ante el surgimiento de obstáculos.
La perseverancia caracteriza, por tanto, el nivel funcional superior del valor en la regulación de la actuación.
1.5 Perspectiva mediata-inmediata en la expresión de los valores.
Los valores pueden regular la actuación de manera situacional (perspectiva inmediata) o a más largo plazo (perspectiva mediata). Por ejemplo: Dos estudiantes pueden manifestar responsabilidad en el estudio. En un caso la responsabilidad se limita al cumplimiento de las tareas relativas al estudio de las asignaturas que cursa (perspectiva inmediata). En otro caso la responsabilidad puede manifestarse a más largo plazo en la profundización en el estudio de contenidos que trascienden las asignaturas que cursa pero que pueden ser de utilidad para su futuro profesional (perspectiva mediata). Por supuesto que la perspectiva mediata caracteriza el funcionamiento superior del valor en la regulación de la actuación.
El conocimiento de los indicadores de funcionamiento del valor tiene importancia no sólo para el diagnóstico de su nivel de desarrollo sino también para su educación.
En la medida que el docente universitario conozca qué es un valor y cómo regula la conducta del estudiante estará en condiciones de propiciar su formación y desarrollo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Muchos de los errores que hemos cometido en la formación de valores se explican por el desconocimiento del docente acerca de cómo se forman y funcionan los valores en el estudiante.
2.- Actividades Curriculares para lograr una buena educación valores
- Los valores como formaciones motivacionales de la personalidad se forman y desarrollan a lo largo de la vida del ser humano en un complejo proceso educativo en el que intervienen la familia, la escuela y la sociedad.
- El estudiante universitario se encuentra en un período de desarrollo de su personalidad, la edad juvenil, que constituye un momento de tránsito de la niñez a la adultez, en el que tiene lugar la consolidación del sistema motivacional y cognitivo que orienta su actuación, al lograr la regulación de la misma, sus formas más complejas de expresión en la autodeterminación. Por ello la educación de valores adquiere en este período una importancia extraordinaria ya que es en este momento que existen mayores posibilidades para la consolidación de valores que funcionan con perspectiva mediata, posición activa, reflexión personalizada, flexibilidad y perseverancia en la regulación de la actuación.
- La educación de valores en el Centro Universitario es responsabilidad de todos los docentes y debe realizarse a través de todas las actividades curriculares y extracurriculares que desarrolla el Centro pero fundamentalmente a través del proceso de enseñanza-aprendizaje.
- La educación de valores en el estudiante universitario se realiza en el contexto de su formación profesional, es por ello que la calidad de la motivación profesional constituye un factor de primer orden en la educación de valores del estudiante universitario.
En este sentido las investigaciones demuestran que una motivación profesional sustentada en sólidos intereses profesionales puede actuar como elemento rector en el desarrollo de la personalidad del estudiante universitario y en particular en el desarrollo de valores morales y culturales asociados a la actuación profesional(8).
Trabajar la educación de valores en el currículum universitario requiere de una serie de condiciones:
8Febles, M. (1997) Caracterización psicológica del estudiante de nuevo ingreso y su seguimiento. Tesis de Maestría en Psicología Educativa. Facultad de Psicología. Universidad de La Habana.
González, F. Motivación moral en adolescentes y jóvenes. Editorial Científico-Técnica, La Habana, 1983.
3.- Formación psicopedagógica de los docentes universitarios.
Para nadie es un secreto que el docente universitario es un especialista en su profesión pero carece de formación pedagógica. Esta generalmente es adquirida a través de la educación de postgrado y no siempre de forma sistemática.
Por tanto es imprescindible que el docente universitario reciba la preparación psicopedagógica necesaria para diseñar, ejecutar y dirigir un proceso de enseñanza-aprendizaje que propicie la educación de valores.
3.1 Concepción del proceso de enseñanza-aprendizaje como un proceso dialógico, participativo en el que docentes y estudiantes asumen la condición de sujetos de enseñanza y aprendizaje.
En la medida que el estudiante deja de ser un objeto de aprendizaje que repite mecánicamente la información que recibe y se convierte en un sujeto que procesa información y construye conocimientos a partir de sus intereses y conocimientos previos, sobre la base de un proceso profundo de reflexión en el que toma partido y elabora puntos de vista y criterios propios, está en condiciones de formar sus valores.
Por otra parte el desarrollo del estudiante como sujeto de aprendizaje y de la educación de sus valores es posible en la medida que el docente diseñe situaciones de aprendizaje que propicien que el estudiante asuma una posición activa; reflexiva, flexible, perseverante, en su actuación. Por ello es importante el carácter orientador del docente en la educación de los valores.
3.2 Utilización de métodos participativos en el proceso de enseñanza-aprendizaje como vía importante para el desarrollo del carácter activo del estudiante como sujeto del aprendizaje y de la educación de sus valores.
La utilización de métodos participativos en el proceso de enseñanza-aprendizaje propicia la formación y desarrollo de la flexibilidad, la posición activa, la reflexión personalizada, la perseverancia y la perspectiva mediata de la expresión de los valores en la regulación de la actuación del estudiante.
3.3 Una comunicación profesor-alumno centrada en el respeto mutuo, la confianza, la autenticidad en las relaciones que propicie la influencia del docente como modelo educativo en la formación de valores en sus estudiantes.
El docente universitario debe ser un modelo educativo para sus estudiantes. En la medida que el docente exprese en su actuación profesional y en sus relaciones con los estudiantes valores tales como la responsabilidad, el amor a la patria y a la profesión, la honestidad, la justicia entre otros propiciará su formación como motivo de actuación en los estudiantes.
Sólo creando espacios de reflexión en el proceso de enseñanza-aprendizaje en los que el estudiante aprenda a valorar, argumentar sus puntos de vista, defenderlos ante los que se oponen a ellos, en los que el estudiante tenga libertad para expresar sus criterios, para discrepar, para plantear iniciativas, para escuchar y comprender a los demás, para enfrentarse a problemas con seguridad e independencia, para esforzarse por lograr sus propósitos, espacios en el proceso de enseñanza-aprendizaje en los que sean los docentes universitarios guías de sus estudiantes, modelos de profesionales, ejemplos a imitar, sólo en estas condiciones estaremos contribuyendo a la educación de valores del estudiante universitario.
Tendríamos que preguntarnos los docentes universitarios. ¿Estamos preparados para enfrentar este reto?
4.- Estrategias para la formación de valores en el proceso docente.
Para poder decidir la estrategia a seguir con relación al trabajo educativo el profesor deberá tener claridad en los siguientes elementos:
- Conocimiento del desempeño profesional de la profesión para la que se debe educar a sus estudiantes.
- Conocimiento general de Plan de Estudios de la carrera.
- Correspondencia y lugar de la disciplina y asignatura con respecto al Plan de Estudios.
- Definición de los objetivos y contenidos. Debemos entender por método aquella forma ordenada y sistemática de conseguir un objetivo. No podemos hablar de métodos únicos, existen métodos generales que pueden flexibilizarse de acuerdo al profesor y las características de los estudiantes.
- Formas de docencia y evaluación.
- Conocimiento de las características personales de sus estudiantes, tanto en el grupo que conforman como de forma individual, ya que tanto el aprendizaje como la educación son procesos individualizados sin dejar de tener presente la influencia del grupo.
- Relación de la asignatura con los problemas del mundo real, pertinencia de los contenidos en el contexto social.
- Búsqueda de lo multidisciplinario a través de la relación de los contenidos que se imparten en otras materias.
- Desarrollo de una comunicación afectiva.
- Utilización de métodos participativos en la resolución de problemas profesionales.
- Detección de los principales problemas en el proceso de aprendizaje.
- Claridad de que los valores no se instruyen y trabajar por su aprehensión.
- 6. La crisis humana como una crisis en la formación de valores
Ramón Calzadilla UPEL- Instituto Pedagógico de Miranda
calzadilla_ramon@cantv.net
Sapiens. Revista Universitaria de Investigación
ISSN: 1317-5815
marta_dsousa@hotmail.com
Universidad Pedagógica Experimental
Libertador
Venezuela
Calzadilla, Ramón
Sapiens. Revista Universitaria de Investigación, vol. 11, núm. 2, julio-diciembre, 2010, pp. 57-74
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Caracas, Venezuela
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=41028422005
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RESUMEN
La crisis es un concepto netamente humano, suele basarse su condición en causas
ansiógenas, pero nos cuesta percatarnos de que dicha crisis está implícita en las relaciones
interpersonales. Por lo que en el presente trabajo documental el objetivo fundamental
consiste en reflexionar acerca de la crisis humana como una crisis en la formación de
valores desde nuestro proceso educativo y hacia la construcción de una cultura ciudadana,
la cual tendrá como contexto teórico la formación de hábitos, desde la perspectiva de la
ética humanista. Iniciando la reflexión desde el ethos valorativo, pasando por una discusión
axiológica, luego mostrar crisis humana como una dificultad en la educación en valores,
que es una educación moral, donde el papel del docente como ‘modelo’ en la formación de
hábitos es el elemento transformador del carácter pedagógico interdisciplinario hacia la
emancipación y construcción de un educando-ciudadano forjado en una cultura éticamente
humanista.
Palabras claves: Valores, ética humanista, ciudadanía, crisis humana.
Recibido: diciembre 2009
Aprobado: marzo 2010
ABSTRACT
The human crisis as a crisis in the formation of values
The crisis is a purely humanitarian concept, often basing its condition on anxiogenic causes
, but it is difficult to note that that crisis is implicit in interpersonal relationships. So in this
documentary work the fundamental objective is to reflect about the humanitarian crisis as a
crisis in the formation of values from our educational process and towards the construction
of a civic culture, which will have as a theoretical context the formation of habits from the
perspective of the humanitarian ethics beginning the reflection from the evaluative ethos
passing on an axiological discussion, then showing the human crisis as a difficulty in the
education of values which is a moral education, where the role of the teacher as ‘model’ in
the formation of habits is the transformer element of the interdisciplinary pedagogical
character towards the emancipation and construction of a learner-citizen forged in a
humanist ethical culture
Keywords: Values, humanistic ethics, citizenship, human crisis.
RÉSUMÈ
La crise humaine comme une crise dans la formation des valeurs
La crise est un concept nettement humain, elle se base généralement sur des causes
anxiogènes, mais ont du mal à se rendre compte que cette crise est implicite dans les
relations interpersonnelles. C’est pourquoi dans ce travail, l’objectif fondamental consiste à
réfléchir sur la crise dans la formation des valeurs à partir de notre système éducatif et par
la construction d’une culture citoyenne qui aura comme contexte théorique la formation des
coutumes dans la perspective de l’éthique humaniste. En commençant par la réflexion á
partir de l’ethos valoratif, en passant par une discussion axiologique, après montrer ensuite
la crise humaine comme une difficulté de l’enseignement des valeurs qui est une éducation
morale où le rôle de l’enseignant comme « modèle » dans la formation d’habitudes est
l’élément transformateur du caractère pédagogique interdisciplinaire vers l’émancipation et
la construction d’un citoyen – apprenant forgé dans une culture éthiquement humaniste.
Mots clés: Valeurs, éthique humaniste, citoyenneté, crise humaine.
RESUMO
A crise humana como uma crise na formação de valores
A crise é um conceito netamente humano, acostuma basear sua condição em causas
ansiógenas, mas nos custa percatarnos de que dita crise está implícita nas relações
interpersonales. Pelo que no presente trabalho documental o objectivo fundamental consiste
em reflexionar a respeito da crise humana como uma crise na formação de valores desde
nosso processo educativo e para a construção de uma cultura cidadã, a qual terá como
contexto teórico a formação de hábitos, desde a perspectiva da ética humanista. Começando
a reflexão desde o ethos valorativo, passando por uma discussão axiológica, depois mostrar
crise humana como uma dificuldade na educação em valores, que é uma educação moral,
na qual o papel do docente como ‘modelo’ na formação de hábitos é o elemento
transformador do carácter pedagógico interdisciplinario para a libertação e construção de
um aluno-cidadão forjado numa cultura eticamente humanista.
Palavras chaves: Valores, ética humanista, cidadania, crise humana.
7. Herramientas y reflexiones para el trabajo con jóvenes.
Desde nuestras experiencias trabajando en comunidades y
centros educativos de Zacualpa.
1 CONTENIDO
PRESENTACIÓN ………………………………………………………………………………………………………………………………………. 3
OBJETIVO DEL MANUAL ………………………………………………………………………………………………………………………….. 4
¿POR QUÉ? FINALIDADES Y JUSTIFICACIÓN ……………………………………………………………………………………………. 5
¿A QUIÉN ESTÁ DIRIGIDO ESTE MANUAL? ………………………………………………………………………………………………. 6
RECURSOS QUE PUEDEN AYUDAR EN EL USO DE ESTE MANUAL …………………………………………………………… 7
ACTITUDES RECOMENDADAS PARA APROVECHAR ESTE MANUAL …………………………………………………………. 8
INTRODUCCIÓN ………………………………………………………………………………………………………………………………………. 9
OBJETIVOS ……………………………………………………………………………………………………………………………………………. 10
MÓDULO 1: LOS VALORES …………………………………………………………………………………………………………………… 12
Mirar el lado bueno de las cosas. ……………………………………………………………………………………………………………. 12
Mejorando tú autoestima. ………………………………………………………………………………………………………………………. 14
¿Quién soy Yo? ……………………………………………………………………………………………………………………………………. 17
La Solidaridad. ……………………………………………………………………………………………………………………………………… 19
La empatía. ………………………………………………………………………………………………………………………………………….. 21
El respeto ……………………………………………………………………………………………………………………………………………. 24
La igualdad. …………………………………………………………………………………………………………………………………………. 26
Mis sueños. …………………………………………………………………………………………………………………………………………. 28
Equidad de Género ………………………………………………………………………………………………………………………………. 30
Ejemplos de roles de género. …………………………………………………………………………………………………………… 31
Ejemplos de estereotipos. ………………………………………………………………………………………………………………… 32
2 El naufragio. …………………………………………………………………………………………………………………………………………. 33
MÓDULO 2: TÉCNICAS CREATIVAS ………………………………………………………………………………………………………… 36
Lluvia de ideas ……………………………………………………………………………………………………………………………………… 37
Juego de roles o dramatizaciones …………………………………………………………………………………………………………… 38
Las discusiones grupales ……………………………………………………………………………………………………………………….. 39
El Philips 6- 6- 6 ……………………………………………………………………………………………………………………………………. 40
Murmullo ……………………………………………………………………………………………………………………………………………… 41
Discusión de dilemas …………………………………………………………………………………………………………………………….. 42
Diagnóstico de situación ………………………………………………………………………………………………………………………… 43
Asamblea o reunión de clase ………………………………………………………………………………………………………………….. 44
Estudio de casos …………………………………………………………………………………………………………………………………… 45
Análisis y comentarios de texto ……………………………………………………………………………………………………………….. 45
Glosario de palabras: …………………………………………………………………………………………………………………………….. 46
¿Cómo debe usarse este manual? ………………………………………………………………………………………………………….. 47
RECURSOS BIBLIOGRÁFICOS ………………………………………………………………………………………………………………… 48
CRÉDITOS ……………………………………………………………………………………………………………………………………………… 49
3 PRESENTACIÓN
En el año 2013 el Proyecto de investigación y Promoción de los Derechos Humanos del Migrante de la Parroquia del
Espíritu Santo Zacualpa, hermanados con otras organizaciones que trabajan en pro de los derechos humanos de la
población migrante, inició la reflexión de cómo incorporar entre sus áreas de proyección a los jóvenes, gracias a este
análisis vimos la necesidad de brindar acompañamiento a este grupo que queda tras la migración de sus progenitores. Desde ese entonces se ha venido trabajando con grupos de jóvenes en distintos espacios (talleres, charlas, espacios
recreativos, festivales etc.) en las cuales ellos se han manifestado, en base a todo el camino recorrido hasta ahora,
se realizó un análisis a toda la información obtenida, surge la idea de poder crear una herramienta que brinde
acompañamiento hacía los jóvenes desde sus centros de estudio en base a las experiencias vividas conjuntamente. Este análisis nos sirvió para decir que los jóvenes de hoy:
Ø Son analíticos y se expresan con facilidad frente a los distintos problemas que les afecta.
Ø Capaces de enfrentar sus dificultades con el acompañamiento de los adultos.
Ø Tienen mucho que aportar en el desarrollo de sus comunidades y de su país.
Ø Sienten y sufren las secuelas de la migración de sus familiares.
Ø Son más flexibles a los distintos cambios que ocurren en la sociedad.
Ø Toman decisiones y deciden muchas veces migrar. El contenido de este material fue pensado y elaborado en base a las experiencias de los espacios de formación que
se ha venido realizando con los jóvenes de los centros educativos del nivel medio. Con ello darle vida a este Manual
de Herramientas y Reflexiones, consideramos que será de mucha utilidad en las orientaciones dentro de los
establecimientos educativos que quieran adaptarlo a sus planificaciones pedagógicas.
4 OBJETIVO DEL MANUAL
Ø Promover en los estudiantes la sensibilización y reflexión en temas que les ayude a mejorar su personalidad y
autoestima, en sus actitudes y destrezas de comunicación y relación, con miras a favorecer su desenvolvimiento
en la escuela, la familia y la sociedad.
Ø Es un aporte para la orientación de los y las jóvenes, en ella se recoge nuestras experiencias para dar origen a
nuevas reflexiones con la formulación de una serie de propuestas para ir caminando por otras vías de las bases
donde sea integrada la juventud guatemalteca mediante herramientas y técnicas de trabajo que acá vienen
descritas.
5 ¿POR QUÉ? FINALIDADES Y JUSTIFICACIÓN
En Guatemala hay muchos jóvenes que han quedado tras la migración de uno de sus progenitores y con ello nos
encontramos en que hay poco espacio de acompañamiento y expresión, de encuentro y trabajo con los mismos, en
vista y conocimiento de lo anterior se crea este manual de buenas prácticas para lograr dar acompañamiento desde
los centros de estudio con el apoyo de los y las educadores/ras. Se espera lograr una orientación y reflexión con jóvenes de hijos/as de migrantes principalmente, ya que para ellos
comprender la situación que están viviendo alejados de sus padres, muchas veces les causa confusión y angustia y
no debemos de recordar que en esta etapa se están definiendo su personalidad que los llevará a actuar y pensar de
una u otra manera al llegar ser adultos.
6 ¿A QUIÉN ESTÁ DIRIGIDO ESTE MANUAL?
Va dirigida a educadores, facilitadores con experiencia en el trabajo con grupos y que quieran reforzar temas
puntuales para concientizar y reflexionar sobre nuevas alternativas para enfrentar problemas que afectan los
jóvenes que quedan tras la migración. El principal objetivo es lograr enlazar la comunidad educativa que es donde el educador y los alumnos conviven
a diario, puedan interactuar en un ambiente de respeto pero sobre todo se puedan manifestar desde una
perspectiva participativa, vivencial y dinámica, que al final de cada capítulo logren sacar un aprendizaje en
conjunto. Partiendo desde nuestras experiencias realizadas con grupos de jóvenes en distintos espacios en las cuales
se les brindó talleres de acompañamiento abordando distintos temas, se realizó un análisis de la situación de
la juventud actual recalcando: sus intereses, problemas, inquietudes, metas, principales responsabilidades y
deberes, el comprender y valorar el esfuerzo que hacen sus padres estando lejos de ellos por distintos motivos,
la cual nos permite decir que las actividades propuestas en trabajar con estudiantes de nivel básico.
8. VALORES INCLUSIVOS
La igualdad de oportunidades
El principio de que todos somos iguales es uno de los pilares de la democracia y, además, favorece la inclusión social y la vida comunitaria.
Valores inclusivos compartidos por la comunidad educativa del Instituto Montenegro (Quindío, Colombia)
Al respecto, la autora reconoce que la implementación de las políticas de inclusión educativa en ocasiones se enfrenta al rechazo por parte de algunos docentes y directivos a nivel nacional, quienes siguen viendo la segregación (aulas exclusivas o 90 Revista Internacional de Apoyo a la Inclusión, Logopedia, Sociedad y Multiculturalidad.
Volumen 5, Número 1, Enero 2019, ISSN: 2387-0907. colegios especiales) como la única o la mejor alternativa ante la diversidad. En estas posturas prima el miedo a que los estudiantes “normales” bajen su promedio; además, en ellas se refleja la obligatoriedad de las medidas que ellos perciben como impuestas y sin las condiciones necesarias para hacer viable la inclusión de todos los estudiantes en todas las escuelas.
Entre estas condiciones requeridas se destacan las económicas, una formación docente apropiada, el acompañamiento profesional, la suficiencia de tiempos y espacios, la adecuación de las infraestructuras, la posibilidad de atender a todos los estudiantes (dificultada por tratarse de grupos numerosos), la remuneración justa y el trabajo interdisciplinario colaborativo (Arias, 2014, p. 192).
Pese a estas dificultades, en Colombia se han realizado avances –por lo menos teóricos– al reconocer que la inclusión es un asunto de todos, requiere cambios de paradigma y el fortalecimiento de valores sociales, que permitan eliminar del discurso y de las prácticas las barreras a las que se enfrentan los estudiantes en su diversidad. Según la misma autora, una de las principales barreras a disolver es la indiferencia respecto a la diversidad y a la importancia de la participación activa de todos los integrantes de la triada educativa (estudiantes, padres y docentes), así como del resto de la sociedad en el logro de una Educación Para Todos (EPT) (Arias, 2014). Entre los valores que ella reconoce como vitales para la inclusión real, se destaca la tolerancia a la diversidad “sobre todo si pensamos que no hay nada más ilusorio que la igualdad, ni nada más certero que la diferencia” (Arias, 2014, p. 196). 2.2.-Valores inclusivos y currículo de calidad para la inclusión social. En el apartado anterior se describían diferentes aspectos de la educación inclusiva y uno de ellos toma especial relevancia en esta investigación: los valores inclusivos. Arnaiz y Guirao entienden por valores inclusivos el “conjunto de visiones, ideas, concepciones y creencias que están en concordancia con la buena educación como bien y derecho para todos” (Arnaiz y Guirao, 2015, p. 73). Por su parte, Booth, et al. (2000) reconocen su importancia al dedicarle la primera de las tres dimensiones del Índice de inclusión a la creación de culturas inclusivas, esto es, al establecimiento de una comunidad educativa que se rija por medio de actitudes compartidas, basadas en valores de inclusión, que dé como resultado un entorno seguro, acogedor, estimulante y colaborador para todos (Booth, et al., 2000, p. 18). De este modo, se evidencia que el éxito de la implementación de los procesos de inclusión en las escuelas tiene mucho que ver con la apropiación de ciertos valores por parte de todos los miembros de la comunidad educativa, de los demás miembros de la sociedad, de las otras instituciones y demás agentes que estén involucrados en mejorar la calidad educativa. Solo así se logrará efectiva y progresivamente una mayor inclusión social en las escuelas y fuera de ellas. Entre los valores inclusivos más comúnmente reconocidos por diferentes autores, se destacan los reunidos en la tabla 1.
Tabla 1. Valores inclusivos 91 Revista Internacional de Apoyo a la Inclusión, Logopedia, Sociedad y Multiculturalidad. Volumen 5, Número 1, Enero 2019, ISSN: 2387-0907. Valores inclusivos Derechos Cooperación Participación Acceso universal al currículum Respeto a la diversidad Solidaridad Aprendizaje Determinación Valoración positiva y celebración de la diversidad Bienestar Comunidad Solidaridad Tolerancia a la diferencia Sostenibilidad Confianza Atención a la diversidad Justicia social Honestidad Sustentabilidad Voluntad política Honradez Colaboración Compasión Compromiso Valorar por igual a todos los estudiantes, independientemente de su género, y reconocer a cada persona su rol en la comunidad educativa Resolución de problemas conjuntos Eliminar todo tipo de barreras al aprendizaje y la participación, para garantizar el derecho de todos Voluntad de ofrecer a todos los alumnos oportunidades de aprendizaje Transformar las prácticas discriminatorias y excluyentes Formas participativas de organización y enseñanza Mantener altas expectativas frente al desempeño de todos los estudiantes Toma de decisiones con valentía acerca de cambios en el currículo, estrategias, metodologías, etc. Aprender a vivir juntos reconociendo la importancia de la diversidad Liderazgo Alegría Formación integral y continua del profesorado Equidad Buenas relaciones con los padres y la comunidad Actitud cuestionadora Valoración de cada uno de los alumnos Coraje Igualdad Logro Metas valoradas Motivación Voluntad Carácter moral Disposición Igualdad de oportunidades Distribución igualitaria del poder Inclusión social Competencias para la vida Fuente: elaboración propia (2018) con base en: Booth, et al. (2000), Arias (2014), Durán y Giné (2011), Plancarte (2016), Hernández (2016), Stabback (2016) y Moliner y Moliner (2017). 92 Revista Internacional de Apoyo a la Inclusión, Logopedia, Sociedad y Multiculturalidad.
file:///C:/Users/Windows/Downloads/Dialnet-ValoresInclusivosCompartidosPorLaComunidadEducativ-6941150%20(3).pdf
- LA EDUCACIÓN COMO FACTOR CLAVE PARA VENCER LA POBREZA
La educación y la pobreza son dos ejes que continuamente se han abordado en conjunto, puesto que se piensa que la educación es un factor clave para poder aminorar la pobreza que aún no se ha podido erradicar y está presente en todo el mundo.
En la actualidad los indicadores educativos son desfavorables; teniendo en cuenta que existe un bajo índice de desarrollo humano en diferentes contextos de pobreza, misma que pudo haber sido producto de las vicisitudes de sistemas educativos cambiantes.
En el presente trabajo se aborda la importancia de la educación como uno de los derechos humanos imprescindibles de ejercer, capaz de reducir la marginación y la pobreza; todo esto en la búsqueda de formular políticas que atiendan dichos fenómenos de forma más integral que en el pasado.
URL: https://www.eumed.net/rev/atlante/index.html
- LA EDUCACION EN VALORES COMO FORTALECIMIENTO DE LA DEMOCRACIA
Carrero Albornoz, Wilmer*
Resumen
El presente artículo tiene como objetivo fundamental analizar la importancia de la educación en valores, con mira al fortalecimiento de la democracia, a través de la formación ciudadana, la cual conlleva una serie de elementos fundamentales en la construcción social de los ciudadanos que propician el cambio que realmente necesitan las sociedades.
La metodología utilizada en la investigación es de carácter cualitativo y de revisión documental utilizando los referentes teóricos necesarios. Se tiene como resultado que la educación en valores ocupa un lugar privilegiado en la formación de los ciudadanos como entes transformadores y garantes de los procesos democráticos.
Palabras clave: Educación en valores, formación ciudadana, democracia participativa y protagónica.
https://www.redalyc.org/pdf/280/28028572003.pdf
- LA EDUCACIÓN EN VALORES DESDE EL ENFOQUE CIENCIA-TECNOLOGÍA-SOCIEDAD: LA SIMULACIÓN EDUCATIVA COMO HERRAMIENTA DIDÁCTICA AVANZADA
Didasc@lia: Didáctica y Educación. ISSN 2224-2643
LA EDUCACIÓN EN VALORES DESDE EL ENFOQUE CIENCIA-TECNOLOGÍA-SOCIEDAD Número 4 (2010). Octubre-Diciembre 31
AUTORES: María Elena Macías Llanes1 Alberto Bujardón Mendoza2 DIRECCIÓN PARA CORRESPONDENCIA: Universidad de Ciencias Médicas “Carlos J. Finlay”. Centro para el Desarrollo de las Ciencias Sociales y Humanísticas en Salud (CENDECSA). Carretera Central Oeste e/ Madame Courí y Hospital Provincial. Camagüey, Cuba. CP 70100 Ap 144. E-mail: maciasmariaelena@yahoo.es, memacias@finlay.cmw.sld.cu RESUMEN El enfoque Ciencia- Tecnología-Sociedad (CTS) subraya la consideración de la ciencia y la tecnología como fenómenos enclavados en el entramado complejo de valores del contexto social. Su dimensión educativa puede manifestarse a través de incorporación del contenido conceptual, de medios y procedimientos didácticos acordes a su esencia. Promover escenarios educativos en la universidad, que proporcionen el desarrollo de las capacidades de reflexión política y ética, teórica y conceptualmente atinadas, constituye el objetivo de la presente propuesta que enriquece el repertorio de recursos docentes con una nueva vertiente: la simulación educativa, y que sirve en la confluencia de la educación CTS y la educación en valores. En un primer momento, se argumenta la relación ineludible entre ambos pretensiones de educar, -en valores y CTS-, para luego, encontrar los fundamentos para el desarrollo de un modelo didáctico de carácter constructivo-reflexivo en el proceso docente educativo, se precisa sobre qué entender por constructivismo en general y en la didáctica de las ciencias, como propuesta que considera la participación activa de los estudiantes en el proceso, en un espacio de investigación orientada. INTRODUCCIÓN Hoy es evidente que la enseñanza de saberes y de habilidades y la educación en valores no mantienen una relación directa. De ahí la necesidad de enfatizar la primera de modo que las acciones educativas no se reduzcan y contengan la riqueza que entraña en sí misma la educación. 1 Miembro del Centro para el Desarrollo de las Ciencias Sociales y Humanísticas en Salud (CENDECSA). Universidad de Ciencias Médicas “Carlos J. Finlay”. Camagüey, Cuba. 2 Docente de la Universidad de Ciencias Médicas “Carlos J. Finlay”. Camagüey, Cuba. María Elena Macías Llanes, Alberto Bujardón Mendoza 32 Revista Didasc@lia: D&E. Publicación cooperada entre CEDUT- Las Tunas y CEdEG-Granma, CUBA Educar en valores significa tener en cuenta en el contexto educativo el rico entramado de valores de variado carácter, moral, político, estético y científico, que rodean la vida del individuo contemporáneo en el ámbito social. Su significado no puede ser circunscrito a una especie de adoctrinamiento con el cual “se inculquen” o formen unos determinados valores predeterminados metafísicamente de antemano. Aunque es necesario para no caer en el relativismo moral, tener bien claras las bases o criterios objetivos que permiten discernir lo valioso de su contrario, se comparte la idea (Martin Gordillo et. al, 2001) de que educar en valores significa preparar o educar para valorar. La educación en valores tiene un profundo anclaje en la naturaleza de las relaciones sociales, lo cual se revela rápidamente en como se comprende sus puntos de partida y sus fines, Mientras Martín Gordillo en el desarrollo de la capacidad de valorar enfatiza la pluralidad de las opciones y la autonomía que debe guiar las elecciones, sin inscribir las coordenadas de los valores…“ Se trataría de educar para desarrollar la capacidad de valorar, esto es, para asumir la necesidad de elegir entre opciones abiertas en diversos ámbitos de la vida humana, y para desarrollar la autonomía en el juicio sobre los aspectos valorativos, sustentada por la justificación racional de cada elección”. (Martín Gordillo et. al, 2001, p.127), para autores de nuestro contexto el énfasis radica en la formación de la personalidad y sí es importante un criterio objetivo de valoración. La Educación en Valores Humanos puede ser definida como “proceso de formación de la personalidad capaz de asimilar la realidad natural y social en un sentido positivo y en pos del progreso humano, en otras palabras, educar, preparar, formar al individuo en función de la valoración positiva de la realidad en un sentido crítico y responsable, creador y transformador”. (Quintana, Bujardón, 2002) La llamada educación Ciencia-tecnología-sociedad (en el presente trabajo Educación CTS), constituye una de las dimensiones de lo que se ha dado en llamar enfoque Ciencia-tecnología-sociedad, junto a la dimensión investigativa y la política en ciencia y tecnología. Se trata de un ámbito que insiste en el contexto cargado de valores en los que se desarrolla el fenómeno científico tecnológico. Se impone cambiar las visiones heredadas o tradicionales que predominan en la interpretación de la ciencia, la tecnología, sus interrelaciones, y su relación con la sociedad. Si se tiene en cuenta que el contexto educativo constituye el escenario donde se conforman diversos modos de observar, interpretar e intervenir en la realidad profesional, esto supone una enorme significación en relación a los demás contextos en los que se desarrolla la actividad científico-tecnológica.3 3 Una comprensión avanzada sobre la ciencia, la tecnología y la innovación es capaz de captar la diversidad de contextos que amplían las nociones anteriores sólo limitadas a los contextos de descubrimiento científico y justificación de las teorías, por los contextos de innovación, aplicación, evaluación, regulación y también el de mundialización. Didasc@lia: Didáctica y Educación. ISSN 2224-2643 LA EDUCACIÓN EN VALORES DESDE EL ENFOQUE CIENCIA-TECNOLOGÍA-SOCIEDAD Número 4 (2010). Octubre-Diciembre 33 La comprensión de que ciencia y tecnología son procesos sociales (Núñez, 1999) ofrece la oportunidad nada ingenua de formar actitudes reflexivas y responsables ante los fenómenos científico-tecnológicos en los aspectos políticos y también en las trayectorias de investigación. Si la ciencia y tecnología son procesos sociales “sistemas de acciones intencionales de los agentes o actores sociales que expresan intereses, creencias, normas y valores” (Núñez, 2003) como cualquier otro tipo de actividad humana, se hace necesario identificar los intereses y valores, imágenes y sistemas de creencias que pueden determinar las diversas trayectorias científicas. Esto es especialmente sensible con relación al campo de la salud. En el artículo “Educación de valores y Desarrollo profesional en el estudiante universitario”¨, Rev. Cubana de Educación Superior. Vol. XX. No. 3, 2000; la autora aborda el problema de la educación de los valores en el estudiante como parte de su desarrollo profesional …”los valores como la solidaridad, responsabilidad, sensibilidad humana, amor a la patria, se construyen y reconstruyen como parte integrante de las formaciones motivacionales que orientan la actuación del estudiante en la profesión.” p.78 La dinámica de la actualidad del fenómeno cognoscitivo, la “transmisión” de conocimientos y habilidades, se transforma cada vez más en la conformación de actitudes que serán educadas. La tarea fundamental de la formación profesional constituye la educación de los actores que potenciaran- facilitarán la construcción de decisiones en una u otra trayectoria de su campo. Para cumplimentar esos encargos se debe superar necesariamente las carencias del pensamiento positivista y reductor que no permite la comprensión de los profundos nexos ciencia-tecnología-sociedad. De ese modo la ecuación CTS y la educación en valores tienen puntos de confluencia importantes, en el presente trabajo el objetivo central constituye la argumentación de la propuesta de una nueva vertiente del repertorio de recursos docentes que justifican la implementación de la simulación educativa y el estudio de casos en las disciplinas de corte socio-humanista especialmente en las Disciplinas Filosofía y Salud I y II, aunque no se suprime la posibilidad de su uso en otras disciplinas de la educación médica en general. El trabajo está constituido por las siguientes secciones: primeramente se argumenta la interrelación entre educación en valores y educación CTS, luego se ofrecen los fundamentos para el desarrollo de un modelo didáctico constructivista reflexivo en el proceso docente educativo y de sus orígenes en el campo conocido como Estudios Sociales de la ciencia y la tecnología, y posteriormente se enfatiza en la utilización de las metodologías de dichos estudios. Por último se describe el proceso de construcción de la simulación educativa y se presenta un caso de simulación educativa sobre investigaciones biotecnológicas. María Elena Macías Llanes, Alberto Bujardón Mendoza 34 Revista Didasc@lia: D&E. Publicación cooperada entre CEDUT- Las Tunas y CEdEG-Granma, CUBA DESARROLLO Educar en valores significa tener en cuenta en el contexto educativo el rico entramado de valores de variado carácter, moral, político, estético y científico, que rodean la vida de un individuo contemporáneo en el ámbito social. Su significado no puede ser circunscrito a una especie de adoctrinamiento con el cual “se inculquen” o formen unos determinados valores predeterminados metafísicamente de antemano. Aunque es necesario para no caer en el relativismo tener bien claras las bases o criterios objetivos que permiten discernir la valioso de su contrario, se comparte la idea (Martin Gordillo et. al, 2001) de que educar en valores significa preparar o educar para valorar. “Se trataría de educar para desarrollar la capacidad de valorar, esto es, para asumir la necesidad de elegir entre opciones abiertas en diversos ámbitos de la vida humana, y para desarrollar la autonomía en el juicio sobre los aspectos valorativos, sustentada por la justificación racional de cada elección”. (Martín Gordillo et. al, 2001, p.127) Tener en cuenta la característica contextual de los valores, no implica desconocer criterios objetivos que permitan discernir desde cuales valores debemos acentar loa educación. La idea según la cual resalta la dificultad de tomar como punto de partida unos valores supuestamente compartidos, comúnmente aceptados, puede conducir al relativismo moral. Se esgrimen dos razones: …”en primer lugar, por que no existen consensos universales en cuestiones valorativas; en segundo lugar, debería asumirse la naturaleza esencial e irreductiblemente conflictiva de los ámbitos valorativos”. (idem, 127) La Educación en Valores Humanos puede ser definida como “proceso de formación de la personalidad capaz de asimilar la realidad natural y social en un sentido positivo y en pos del progreso humano, en otras palabras, educar, preparar, formar al individuo en función de la valoración positiva de la realidad en un sentido crítico y responsable, creador y transformador”. (Quintana, Bujardón, 2002) Esta noción de educación en valores resulta altamente congruente con la educación en ciencia-tecnología-sociedad (CTS). La institucionalización de un campo de estudios (CTS) como campo internacional y heterogéneo, con características para la región latinoamericana (Vaccarezza, 1998) y su espacio en Cuba (Núñez, 2001) constituye una respuesta por la transformación de las actitudes que no se correspondan con el futuro que se pretende construir. Algunos autores plantean la necesidad de una innovación educativa (Sutz J, 1998), de un acercamiento de la ciencia y la sociedad en la enseñanza (Martín Gordillo), y se reflexiona sobre la necesidad de atender las transformaciones científico-tecnológicas desde del ámbito educativo. El contexto educativo está siendo objeto de estudios empíricos en cuanto a las actitudes, creencias y representaciones, sobre la ciencia y la tecnología; en el campo internacional vemos representación de varios estudios, Acevedo Díaz J A, Vázquez Alonso A, Manasero Mas M A, Acevedo Romero en el área de España. Como punto en Didasc@lia: Didáctica y Educación. ISSN 2224-2643 LA EDUCACIÓN EN VALORES DESDE EL ENFOQUE CIENCIA-TECNOLOGÍA-SOCIEDAD Número 4 (2010). Octubre-Diciembre 35 común presentan el reconocimiento de que es necesario superar la concepción heredada o tradicional del fenómeno científico-tecnológico. La concepción heredada o tradicional constituye un conjunto de posiciones teóricas y de imágenes representativas de la ciencia y la tecnología, sus interrelaciones y relaciones con la sociedad persistentes en la actualidad, que presentan una percepción positivista, reduccionista, descontextualizada y neutral acerca de la ciencia, con muy escasas menciones a la tecnología y deformaciones en cuanto a su relación. La comprensión heredada es una comprensión lineal en la cual tuvo mucho que ver el contexto económico y político del siglo XIX y la primera mitad del XX. A la observación de una imagen de la ciencia consistente casi únicamente en sus resultados, corresponde una política científica unidireccional, al intento de conservarla como una empresa aséptica de valoración, colocándose al conocimiento como un resultado donde el contexto no hace sino interrumpir su objetividad. Algunas autoridades han estudiado los rasgos de esta concepción tradicional aun predominante (Núñez, 1999) (Martínez, 2000), (García Palacios et al, 2001) entre ellos podemos resumir: La caracterización de la ciencia solamente como sistema de conocimientos. Consideración de la objetividad científica como racionalidad instrumental alejada o separada de otras formas de actividad. La ciencia como búsqueda desinteresada de la verdad, descalificando otras formas de conocimiento. El método científico es hiperbolizado como una única forma que conduce a la verdad. Virtud de un proceso en el cual se excluye la subjetividad. Una epistemología sin sujeto. La ciencia es divorciada de la tecnología predominando el carácter artefactual e instrumental y aplicado de la última. La ciencia y la tecnología como fenómenos neutros, ajenas a valores sociales, descontextualizadas, exagerando su carácter universal Visión lineal de la relación de la ciencia y la tecnología con la sociedad, ligados a modelos desarrollistas, representad de una manera especial en las políticas científicas y tecnológicas. La formula es conocida y ha sido sometida a duras críticas: a más ciencia, más tecnología, mayor riqueza y bienestar social. Visión del crecimiento científico como aumento, reemplazo de teorías científicas que se da de manera acumulativa y ausente de controversias. Presentación ideal del ethos, normas y valores de la comunidad científica como complemento de su actividad profesional en marcos institucionales. La visión social de la ciencia y la tecnología constituye un conjunto de posiciones teóricas y epistemológicas que conforman un marco más amplio de interpretación del fenómeno científico tecnológico y sus diversos contextos y María Elena Macías Llanes, Alberto Bujardón Mendoza 36 Revista Didasc@lia: D&E. Publicación cooperada entre CEDUT- Las Tunas y CEdEG-Granma, CUBA escenarios. Se destaca el significado del término tecnociencia para caracterizar algunos de los rasgos de la etapa actual. En su soporte varias tesis: La ciencia contemporánea se orienta hacia objetivos prácticos, a fomentar el desarrollo tecnológico y la innovación. Se coloca el momento tecnológico como predominante. La actividad científico tecnológica se ve cada vez con mayor fuerza expresada en los intereses sociales y políticos. El sistema de ciencia y tecnología está altamente polarizado a nivel internacional. Los contextos se diversifican y los sujetos se comprenden no sólo como comunidad científica, sino como una red de actores que incluye a políticos, gestores del conocimiento, grupos sociales y comunidades poblacionales. Es importante el sustento tecnológico de la actividad científica que influye en los cursos de la investigación, la generación y distribución de información está cada vez más mediada por una red de dispositivos tecnológicos. Se reconoce la complejidad de los procesos de construcción social de conocimientos científicos y tecnológicos. Se subrayan los móviles sociales que conducen al desarrollo científicotecnológico. El papel de los valores sociales. Se coloca al tema ético, la responsabilidad social en un plano fundamental. Fundamentos para el desarrollo de un modelo didáctico constructivista reflexivo en el proceso docente educativo. “La actitud de contextualizar tiende a producir el surgimiento de un pensamiento “ecologizante” en el sentido que sitúa toda información o conocimiento en una relación inseparable con el medio cultural, social, económico, político, no hace más que situar un acontecimiento en su contexto e incita a ver cómo éste modifica al contexto.” (Morín, 1999) Se debe contribuir a la búsqueda de herramientas didácticas que permitan la salida de las formas tradicionales de enseñanza/ aprendizaje. En las últimas décadas se ha estado constituyendo un campo de conocimientos denominado “Didáctica de las Ciencias” (o, en terminología anglosajona, “Science Education”), que ha mostrado también convergencias y progresos reales en la orientación del proceso de enseñanza/aprendizaje, refrendados por una gran cantidad de investigaciones e innovaciones. (Valdés, P., Gil, D., Vilches, A., Martínez Torregrosa, 2002) La emergencia de la didáctica de las ciencias como un dominio científico, se ha estado asociando en torno a planteamientos constructivistas, que han tenido determinado significado en la educación científica, (idem) y que no son compartidas por todos las autores. En nuestro medio Kraftchenko Beoto y Hernández Fernández (2000) se pronuncian en contra de la utilización del Didasc@lia: Didáctica y Educación. ISSN 2224-2643
- La importancia de enseñar el valor del trabajo a los niños
Hoy se celebra el Día del Trabajador, una fecha que por desgracia está perdiendo la importancia que merece. Cada vez valoramos menos la lucha de nuestros antepasados y para la mayoría de las personas es un día festivo sin más.
Un día como hoy en 1886, los trabajadores se revelaron en una huelga para luchar por los derechos de todos los asalariados. Esto es algo que nuestros hijos aprenderán en el colegio, les hablarán de la historia universal y conocerán el significado de esta celebración.
Pero en nuestra obligación, como personas que ahora disfrutamos de ciertos derechos gracias al esfuerzo de otras personas, tenemos que criar a nuestros hijos de forma que entiendan, qué es el trabajo y por qué es tan importante.
Índice
- 1 Enseña a tus hijos por qué se celebra el Día del Trabajador
- 2 Tareas en casa para que realicen los niños
- 3 Trabajos individuales y trabajos grupales
Enseña a tus hijos por qué se celebra el Día del Trabajador
Por ello, nosotros como padres tenemos el deber de enseñarles la importancia del esfuerzo y la constancia. Y debemos hacerlo teniendo en cuenta que trabajo, no se refiere en exclusividad al que realizamos fuera de casa.
Los niños tienen que aprender desde pequeños, que para obtener un beneficio primero tienen que hacer un esfuerzo, un trabajo. Es fundamental para su desarrollo, que aprendan que las cosas se consiguen con trabajo.
Y que si hacen bien ese trabajo, obtendrán una recompensa. Los padres y las madres somos consentidores naturales de nuestros hijos. Tenemos la necesidad de darles todo, por lo que resulta fácil que el niño, entienda que puede tener lo que quiera sin esfuerzo.
Para que nuestros hijos crezcan conscientes de lo que cuesta ganar algo, primero deben aprender que las cosas no se consiguen simplemente por desearlas. El trabajo desarrolla la personalidad.
Puedes empezar por asignarles pequeñas tareas en casa, en función de su edad. Creando hábitos en los pequeños, crearás rutinas de trabajo diarias. Y ese aprendizaje será fundamental para el desarrollo y crecimiento de tus hijos.
De esta forma estarás motivando a los niños a conseguir las cosas con sus propios esfuerzos. Estarás fomentando que crezcan como adultos responsables. Si caemos en el error de darles todo, podemos convertir a nuestros hijos en futuros adultos débiles, incapaces de cumplir objetivos.
Realizar un trabajo supone esfuerzo, constancia, responsabilidad, desafío. Aptitudes necesarias para la vida en general. Por lo que, además de enseñar a los niños el valor del trabajo, estarás desarrollando una futura personalidad eficiente.
Organiza alguna actividad especial para hacer en familia el Día del Trabajador. Según la edad que tengan los niños puede ser más o menos laboriosa.
Tareas en casa para que realicen los niños
A cada edad le corresponde una tarea. Aunque los niños sean muy pequeños, puedes enseñarles que después de jugar, siempre hay que ordenar los juguetes. Siéntate con ellos en su zona de juegos, y enséñales como guardar cada cosa en su sitio correspondiente.
Cuando tengan edad suficiente, podrás asignárselo como tarea. El orden de sus juguetes será su primer trabajo, y no debes pasar por alto si no lo hacen. Los padres debemos ser firmes, para que los niños tengan en cuenta que sus actos tienen consecuencias.
A medida que los niños crezcan y adquieran habilidades, puedes crear con ellos una tabla de tareas diarias y semanales. A cada tarea que cumplan irán acumulando puntos, que a final de la semana se convertirá en su «sueldo».
Cuantas más tareas cumplan de forma correcta, mayor será su recompensa. Así los niños aprenderán que con su esfuerzo, consiguen mucho más que con el capricho.
Trabajos individuales y trabajos grupales
También es importante que enseñes a tus hijos a diferenciar entre el trabajo individual y el trabajo en grupo. Ya que a lo largo de su vida, tendrá que realizar trabajos de todo tipo, nunca está de más enseñarles a trabajar en equipo.
No es fácil para todos los niños compartir el trabajo, exponer las ideas y ver como otras personas las desarrollan. Hay personas que nacen con una personalidad individual y competitiva.
En estos casos más aun debes organizar tareas grupales en casa, de forma que la recompensa sea compartida. Así además estarás fomentando en tus hijos el valor de ser generosos y de compartir, tanto los beneficios como los sacrificios.
Y algo muy importante que no debes olvidar, es enseñar a tus hijos que trabajo, también es el que realizan los papás en casa. Esta es una causa que aun tenemos pendiente. Quizá sean tus hijos los precursores de esta lucha y algún día sean mencionados en los libros de historia.
Feliz Día del Trabajador
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- RECUPERAR LA PERDIDA DE VALORES CON LA EDUCACION EN VALORES
LA PERDIDA DE VALORES Y SU RELACION CON LA VIOLENCIA ACTUAL EN EL PERU
Por: Manuel Gonzalo Valenza Delgado, analista de gestión pública.
Según la última encuesta nacional de El Comercio, hecha por Ipsos Perú, el 42% de los peruanos cree que la principal causa de inseguridad es la ineficiencia y la corrupción del sistema judicial. La falta de valores y principios está a la par (42%). Les siguen la carencia de leyes adecuadas (39%) y la ineficiencia y la corrupción policial (37%). (1)
En estos tiempos de globalización, desarrollo económico, desarrollo tecnológico, y todo lo que tiene que ver con el crecimiento en nuestro país por desgracia no se ve reflejado en el desarrollo de nuestra sociedad.
Por el contrario, los valores se han ido perdiendo, y en nuestra sociedad se han ido haciendo cada vez más frecuentes la violencia, los asesinatos, los robos y los secuestros, que son ahora una realidad cotidiana; una sociedad donde se arrebata la vida de una persona por dinero y sin compasión ni remordimiento alguno, donde el sentimiento de vergüenza, honor y culpa, ha desaparecido.
Los valores son convicciones profundas en los seres humanos que determinan su manera de ser y orientan su conducta; para el sociólogo Joseph Fichter, los valores son los criterios que dan sentido y significado a la cultura y a la sociedad total y la pérdida de valores, por cualquier causa, termina en la insensibilidad, en la falta de respeto, en la ausencia de honestidad, y en la falta de justicia. (2)
Lamentablemente, en la actualidad los antivalores ya han invadido con creces todos los sectores: familiar, social, político, económico, cultural y religioso. Estas características generan confusión, desorientación y conductas nocivas e incluso patológicas.
En el ámbito familiar: maltrato y respeto entre la pareja, hacia los hijos, a los padres, a los abuelos; el ámbito educativo: la anticultura del esfuerzo, fomentada por la promoción automática; en los medios de comunicación: La información de lo cotidiano cargada de antivalores. Las emisiones que difunden estereotipos basados en una sociedad mercantilista y de consumo; promovido y diseñado por la industria, en los espacios públicos: falta de seguridad ciudadana motivada por el vandalismo, robo, generando desconfianza y sospecha.
Y por desgracia, esta dolencia también está presente en el sector político, que no se escapa de la podredumbre moral que nos aqueja. Los políticos que deberían hacer un buen trabajo por el bien de la sociedad, en muchos casos, poseen poca o una nula vocación de servicio y solo velan por sus intereses personales, convirtiéndose en seres ambiciosos y egoístas, perdiendo así el valor de la solidaridad y amor por el prójimo, valores humanos que se han venido predicando a lo largo de la historia de la humanidad pero que, lamentablemente, no se ven reflejados en la realidad.
Para suerte de la humanidad, la confusión y desorientación, la pérdida de valores, se puede combatir con educación y ética. Según Aristóteles “la educación y los hábitos hacen al hombre bueno”. Para Plutarco, “la educación juega un papel de suma importancia en la vida del hombre, naturaleza y educación deben conjugarse para hacer del hombre un ser perfecto y feliz”
Es aquí donde la familia tiene un rol de gran importancia pues es la parte medular de la sociedad; en una familia donde se cultivan los valores y los principios, difícilmente los hijos incurrirán en faltas que afecten a la sociedad y esta manera se irá construyendo un mejor futuro.
Debemos darnos cuenta de que cada uno de nosotros somos responsables de la evolución de este planeta. Una parte de un todo puede hacer cambiar una estructura en cualquier sentido, contaminándola y destruyéndola o produciendo una reacción catalizadora hacia el equilibrio y la transparencia.
Cada uno de nosotros somos referentes de otros tantos, es la oportunidad que se nos ha dado para ayudar al ser humano, y si bien es cierto exige un trabajo individual de crecimiento que no es fácil, pero tampoco es imposible.
Una estrella es una pequeña parte del firmamento, una asociación de estrellas es una constelación que orienta con mayor exactitud y nos sirve de referencia.
Fuente:
(1) Diario El Comercio-Ipsos Perú.
14. EDUCACION CIUDADANA Y EN VALORES PARA FORTALECER LA SEGURIDAD CIUDADANA
Enviado por Jorge Luis Calmet Velasco
- Educación ciudadana para vivir y convivir en armonía
- Educación en valores para construir la convivencia escolar y ciudadana pacífica
- Contribución de la educación en el fortalecimiento de la seguridad ciudadana
Educación ciudadana para vivir y convivir en armonía
La exposición que plasmo en este artículo viene a ser un conjunto de reflexiones, que también me hago a mí mismo, en la idea de compartir lo mejor que poseo. La educación ciudadana para construir la paz y convivencia pacífica en nuestra sociedad, parten de la convicción de que el mundo actual evoluciona y cambia a una velocidad antes desconocida, por lo que educarnos y aprender constantemente es una necesidad, individual y social. En consecuencia, renovar contenidos y conocimiento del mundo, en especial de la sociedad peruana, hace necesaria la educación permanente para recargar el ánimo y la moral. Desgraciadamente, pese al avance de la tecnociencia, prosiguen las guerras y la violencia estructural de la cual no es ajeno el Perú. Actualizar y avivar el compromiso de educar en valores, en lo que compete construir paz y convivencia pacífica tiene que ser un compromiso y tarea que no debe perder vigencia, necesitándose el concierto de voluntades de ciudadanos y ciudadanas en la búsqueda de salidas a la violencia y la creciente percepción de inseguridad pública actual.
Los hogares y escuelas públicas como privadas tienen obligación ineludible de involucrarse como asimilar decisivamente que la Educación es la acción y efecto de dar óptima crianza, enseñanza y doctrina a los niños y adolescentes, para se impregnen de las elementales y básicas normas de cortesía, urbanidad y en valores, cuyo resultado final es obtener futuros ciudadanos y ciudadanas con suficiente capacidad crítica, autonomía y racionalidad en situaciones de conflicto ético sociales; en tal sentido, corresponde al Estado como objetivo prioritario promover políticas y reformas educativas coherentes, plausibles y lógicas que satisfagan la futura educación para la ciudadanía.
Resulta importante para nuestra comunidad recuperar la fuerza y moral en los hogares y escuelas para educar sin distinción de géneros desde el nivel inicial, primario y secundario, futuros ciudadanos y ciudadanas, con deberes y también con derechos, insistiéndose en ambos polos, comprometiéndonos en saber transmitir a nuestros hijos y estudiantado que les necesitamos para la transformación social con sentido de vida, convencidos que nuestro compromiso con su sociedad es un factor de crecimiento personal y de realización. En realidad, corresponde desde la etapa paterno familiar con apoyo del educador sembrar conocimiento conceptual y actitudinal para el logro de una mentalidad ciudadana que apoye y promueva los procesos de paz y convivencia pacífica en todos y cada uno los espacios geográficos del territorio nacional.
La Educación en nuestro país está cargo del Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Educación. Es obligatoria y gratuita en las instituciones educativas y universidades públicas. Los niños y adolescentes siguen un proceso educativo de acuerdo con la evolución física, afectiva y cognitiva, en sus diferentes niveles educativos que la ley establece para cada caso. Pese al tiempo transcurrido y políticas como reformas educativas promovidas y puestas en ejecución por el Estado, no ha surtido los efectos deseados surgiendo en la mente de los ciudadanos peruanos la interrogante: quién o quiénes son los reales y verdaderos responsables de cimentar la educación ciudadana para la paz, prevenir la violencia y educar en valores para el desarrollo en nuestra sociedad?
Debemos tener presente que durante la Cumbre del Milenio (18SEP2000) y Cumbre Mundial de 2005, los representantes de 191 países, incluido el Perú, reafirmaron como Objetivos de Desarrollo del Milenio: «Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria universal. Velar para que todos los niños y niñas puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria». «Objetivo 3: Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer. Eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el año 2005, y en todos los niveles de la enseñanza para el 2015″.
Sin embargo, actualmente somos mudos testigos que la educación en nuestro país ha perdido el norte, ha caído en la indefinición y olvidado su objetivo fundamental: la formación de la personalidad ético moral. Inicial y permanentemente, esta formación corresponde, principal e ineludiblemente, a la familia, sin obviar responsabilidad a la escuela, a los medios de comunicación social, al espacio público en todos sus extremos. Por tanto, apremia, volver a valores como: el respeto, la convivencia, el esfuerzo, la equidad o la utilización razonable de la libertad, que permita como principal finalidad favorecer el desarrollo de las personas libres e íntegras a través de la consolidación de la autoestima, la dignidad personal, en tanto, resulta vital que familia-hogar y profesor-escuela, responsablemente formen futuros ciudadanos con criterio propio, respetuoso, participativo y solidarios, incidiéndose asuman sus deberes y desarrollen hábitos cívicos para ejercer la ciudadanía de forma eficaz y responsable, además también que conozcan sus derechos.
La educación en valores tiene como prioridad prevenir la violencia, correspondiéndole al hogar y escuela como a las autoridades responsables del Sector Educación nacional, regional y local, hacer propuestas transformadoras curriculares que permitan trabajar desde el núcleo familiar y en el aula, con niños y adolescentes, en aspectos imprescindibles como: la mediación, la solidaridad, el diálogo, el respeto a la diferencia, equidad, justicia; aprender a vivir y resolver conflictos juntos y de manera pacífica, y aprender a ser ciudadanos y ciudadanas conscientes, responsables, activos y solidarios tanto en la costa, sierra y selva peruana.
También debemos incluir las universidades públicas y privadas peruanas a lo largo y ancho del territorio nacional, en la educación en valores, opinando desde mi modesto punto de vista en dos aspectos: 1.- La formación académica, la formación científica que da como universidad a la formación profesional de los estudiantes de la población peruana; y, 2.- Persuadir e inculcar en la formación profesional el concepto de los valores.
Finalmente, corresponde desde el más alto nivel educativo (Ministerio de Educación, Direcciones Regionales de Educación y Unidades de Gestión Educativa), diseñar y ejecutar a partir del reto que entraña la extensión territorial del país, la política cultural peruana de educación en valores, poniéndose especial énfasis a las diferencias socioeconómicas y demográficas entre disparejas regiones y comunidades de diferente raigambre cultural y étnico; en tal sentido, estimo que esta sería una vía adecuada para el desarrollo democrático basado en la participación, en la igualdad de oportunidades, en la equidad, aprendizaje que no debe quedar relegado a una asignatura ni su práctica limitada al interior de los aulas escolares. Sólo así se contribuiría construir una sociedad más justa y solidaria.
Educación en valores para construir la convivencia escolar y ciudadana pacífica
Inevitablemente observar diariamente imágenes televisas cómo eufóricos padres de familia acompañados de sus niños y jóvenes hijos impiden el normal desarrollo académico escolar, amenazando con toma de locales y actos vandálicos atentatorios contra el patrimonio escolar y la vida e integridad de profesores, en caso de no ser atendidas sus demandas. Éstos padres de familia quebrantan el deber constitucional de «educar a sus hijos y participar en el proceso educativo», dentro de los cauces de comprensión, respeto y cumplimiento de la ley. Otra de las imágenes, son los paros y huelgas prolongadas e interminables por parte de profesores afiliados al SUTEP, quienes bajo pretexto de reivindicaciones laborales y económicas -en su mayoría de veces intolerantes y lejos de todo contexto prudente y razonable-, frustran y perjudican por semanas y/o meses la enseñanza, formación y continuidad del año académico escolar, eventos que en su mayoría de veces los medios de comunicación social magnifican, alejando a nuestra comunidad educativa del empleo de mecanismos de convivencia pacífica; olvidando los comunicadores sociales su innegable obligación como participación «en la formación moral y cultural del Estado».
Estas imágenes que se viven a diario en muchas de nuestras escuelas, generalmente instituciones educativas públicas, nos ilustra y refleja la cultura de violencia que prevalece en todo el país. Vemos, oímos y leemos diariamente diversidad de fenómenos sociales íntimamente conectados: tráfico de armas de fuego, violaciones y acoso sexual a menores, venta y consumo de drogas y alcohol, pandillaje, violencia familiar, en especial, un clima extendido de polarización, intolerancia y hostilidad; sin embargo, no nos damos o no queremos darnos cuenta que poco a poco hemos ingresado a una creciente globalización de la violencia, la misma que hoy impera y lacera desenfrenadamente nuestro nervio social. Ante este dilema se tejen propuestas de implementar y promover una respuesta represiva y punitiva, y no preventiva. Como es de verse nuestras escuelas no escapan a esta violenta realidad, constituyendo más bien un micro universo de dicha crisis; por lo tanto, estamos ante una tarea formativa conjunta –gobierno, hogar, escuela, comunidad y sociedad civil– en la búsqueda de convivir pacíficamente entre todos.
Bien sabemos que la cultura de violencia siempre estuvo enredada en muchas de las políticas y prácticas educativas. Desde nuestra óptica y punto de vista en términos de reflexionar acerca si existe educación en valores para una verdadera convivencia pacífica escolar y ciudadana, debemos recordar y tener presente que la paz empieza por casa, por lo que lejos de responsabilizar a padres y jóvenes por la violencia, tiene que surgir un rechazo a aquellas prácticas y políticas educativas que jamás objetaron las raíces de la violencia, ni su curiosidad en términos de generar violencia desde las propias estructuras escolares y sociales. Consecuentemente, las estructuras de poder y de personas en posiciones de autoridad institucional, pese a las marchas y contramarchas de múltiples reformas de la educación, nos anima y aventura expresar que la violencia sistemática en la educación genera los traumas que se detalla: 1.- Quebranta la dignidad de la comunidad educativa; 2.- Perjudica la docencia y el aprendizaje; y, 3.- Hipoteca emocional, cultural, espiritual y económicamente el alumnado.
Para detener la espiral de violencia y contraviolencias, y patrocinar la convivencia pacífica, resulta significativo aprender y nutrirnos de las huellas de nuestra historia, en el camino de distinguir causas y efectos negativos y positivos, deseosos de promover y consolidar propuestas de enfoques y programas curriculares en educación para la paz y la convivencia pacífica escolar y ciudadana. Corresponde a cada ciudadano y ciudadana concentrar esfuerzos e iniciativas de concienciación para desarrollar una serie de habilidades y capacidades con la finalidad de formar hombres y mujeres creativos, que abriguen firmes convicciones democráticas y que se encuentren en condiciones de generar y producir bienestar. En consecuencia, hoy en día la educación en valores es sin lugar a dudas base para la convivencia pacífica escolar, para la gobernabilidad y el Estado de Derecho; pero, para que, las posibilidades que oferta la educación en mención, existe el desafío y compromiso ineludible de garantizar desde la educación básica, tecnológica, superior y universitaria como institutos de la fuerza armada y policía, que todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes del Perú, obtengan una educación de calidad para que a futuro no lejano se desenvuelvan en la vida e inserten adecuada y éticamente a la sociedad.
La ética implica un camino común, valga decir intereses comunes en la construcción de una sociedad familiar y educativa mejor. En tal sentido, resulta ponderado traer a nuestra mente la célebre frase del filósofo Séneca: ¿Qué importa saber lo qué es una recta, si no se sabe lo que es la rectitud? Partiendo de este antiguo principio resulta importante que desde los primeros años escolares, niños y jóvenes adolescentes, desarrollen una actitud reflexiva sobre lo que piensan y sienten acerca de sí mismos y de los otros, valga decir: 1.- Respeto a sí mismo; 2.- Respeto a los demás; y, 3.- Responsabilidad de sus actos. Consecuentemente, es fundamental que conozcan sus derechos, clarifiquen sus valores, identifiquen cuáles son sus perjuicios, acepten las diferencias y logren asumir actitudes de mediación en la solución de conflictos. Se debe buscar educar la inteligencia y fortalecer la voluntad, para ello es elemental desarrollar actividades dirigidas a la práctica de valores, dentro de las aulas, escolar y universitaria, en el hogar y en el entorno inmediato. ¿Qué objetivo buscamos? Primordialmente, formar ciudadanos libres, responsables y comprometidos consigo mismos y con la sociedad.
Las instituciones educativas, tecnológico-superiores y universitarias como los institutos de la fuerza armada y de la policía deben entender, promover y poner en ejecución a través de lo curricular, extracurricular y afines, un Proyecto Educativo Organizacional, que compartido con otros órganos vivos de la sociedad encaminen su accionar a la creación de una ciudad educadora, donde el desarrollo y cultivo de los valores sean una necesidad, un derecho, una obligación, una responsabilidad de las instituciones que se dedican a la formación: familia, escuela, medios de comunicación social, sociedad, gobierno y Estado. Educar en valores es, pues, lo mismo que educar para la felicidad. Esta metodología educativa gravita fundamentalmente en la trasmisión de valores, principios y creencias que orienten a los jóvenes en la práctica de conductas sanas que le ayuden en su desarrollo y crecimiento personal. En primer lugar, persigue la prevención y solución de conductas antisociales provocadas por la falta de valores; en segundo lugar, la perspectiva última de la educación en valores es el cultivo de una actitud mental positiva, clave de lo que se viene llamando «salud mental«, la cual es inevitable para la felicidad humana.
En definitiva, la familia y educadores en sus diferentes niveles educativos, tendrán que asumir que las aulas deben ser consideradas y tratadas como espacios deliberantes para la formación ética, con la finalidad de clarificar los valores, el juicio moral autónomo, la resolución de conflictos y una autoestima saludable en los niños y jóvenes adolescentes; consecuentemente, ello implicaría que se tiene que desplazar la enseñanza autoritaria por una enseñanza de la pregunta, del cuestionamiento, del disenso y del consenso. Con ello superaríamos la fuerte crisis ética cada vez más globalizante, multidimensional que afecta todas las esferas de nuestra vida pública y privada.
Contribución de la educación en el fortalecimiento de la seguridad ciudadana
A manera de introducción y con el ánimo de conocer escuetamente el desarrollo de la educación a través de la historia – de lo que no es ajeno nuestro país -, conocemos que esta tenía un carácter global, indiferenciado, consistente en la transmisión de tradiciones y modos de conducta que aseguraban la continuidad estática de la sociedad. La educación en los pueblos orientales basado en los grandes libros sagrados, en los poemas que legaban la enseñanza de los dioses-sabios, como los libros de Confucio y de Lao-Tsé, en China; los Vedas, los Upanishads y el Código en la India; el Talmud en Palestina; la Biblia entre los israelitas, etc.; obras que congregaban las normas morales y la sabiduría de cada civilización, en cánones y apotegmas. La instrucción pública surgió en la Grecia preclásica, basándose principal y esencialmente en la supremacía de la razón, la crítica y la libertad individual que valoraron al hombre, su intelecto y su personalidad. El surgimiento del Renacimiento y los cambios sociales, económicos y políticos desarrollados en el continente europeo impulsaron el desarrollo de los intereses reales del hombre, su individualidad y personalidad con independencia de las creencias religiosas, el desarrollo de las disciplinas científicas y matemáticas, y a su vez las artísticas. La invención de la imprenta fomentó y alentó la difusión de los conocimientos ampliando el universo de la educación para hacerla mucho más popular y accesible a las nuevas sociedades. El cambio renacentista dio paso a doctrinas como el racionalismo, generándose el progreso científico y humano del mundo moderno, reemplazándose el verbalismo de la enseñanza pública, por el conocimiento a través de la razón y la experiencia.
La Revolución Francesa marcó un giro en la educación, la que se orientó hacia los principios de libertad, de tolerancia y de respeto a la personalidad individual; además estableció la enseñanza gratuita y obligatoria para los niños, comprometiéndose al Estado para que la garantice, educación que permaneció invariable hasta la revolución pedagógica del siglo XVIII, en que los nombres de Helvetius, Rousseau y Locke, entre otros, se identifican con la defensa ante la sociedad de la personalidad propia del individuo, situación que inspiró un doble plano individuo-sociedad, lo que despertó la atención de los gobiernos en la formación de sus ciudadanos, proceso que desde el año 1946 alcanza nivel internacional con la creación de la UNESCO, organismo educativo dependiente de la ONU.
La sucinta exposición de los procesos históricos de la educación y sus diversas doctrinas revolucionarias, acotadas en los párrafos que anteceden, nos conlleva a determinar que la característica esencial de la educación contemporánea radica en su diferenciación, motivada por inquietudes globales, muchas veces incompatibles, de la familia, escuela, Estado y la religión. Por otra parte, el cambio en el mundo moderno y su dinámico como acelerado progreso tecnológico obligan al hogar, escuelas, universidades, Institutos Armados y de la Policía como al propio Estado, alcanzar como objetivo la toma de conciencia por el individuo de sus obligaciones y sus derechos ciudadanos, enseñanza del respeto del ordenamiento jurídico de la Nación, y al mismo tiempo proporcionar una educación ética capaz de subordinar el egoísmo natural de la persona al respeto hacia los demás y el bien común. Consecuentemente, la educación en valores, requiere de un sustento hábil que permita manifestarse del mundo de las ideas, al mundo de las conductas. Los valores por los que nos inclinamos, sólo se hacen evidentes en la convivencia, en la forma en que interactuamos, en el encuentro con el otro; desde el espacio básico-social que es la familia, hasta el universo del ejercicio ciudadano.
El sobresalto creado en la sociedad por la degradación de los valores observado en un sector creciente de la juventud peruana actual, se ve reflejada en una serie de conductas antisociales que exteriorizan el vacío existencial y la rebeldía de una parte de jóvenes adolescentes ante un acumulado de incidentes que obstaculiza su realización personal: inconductas, desamor, fracaso educativo, conductas violentas, violencia familiar, corrupción, etc. Las causas de este fenómeno son complicadas, su raíz debemos buscarla en primera instancia en las transformaciones frecuentemente negativas que han surgido al interior del núcleo familiar, bastión emergente educativo del ser humano, inexcusablemente la que tiene mayor responsabilidad a la hora de trasmitir los valores de los futuros ciudadanos. Cada familia entraña no sólo una forma de vida, sino una manera de interpretar la convivencia de padres a hijos y viceversa, así como su perfeccionamiento, lo que simboliza un concepto de educación distinto según se definan a sí mismos los diferentes tipos de familias en nuestra sociedad. A pesar de encontrarnos en los albores del siglo XXI, queda demostrado que, el sistema de valores que estamos poniendo en práctica es un sistema de valores equivocado, lo que nos obliga ser conscientes a preguntarnos y contestarnos: ¿quién es nuestro potencial enemigo? Mi modesto razonamiento y experiencia apunta a la desigualdad; a la falta de educación; el analfabetismo; falta de gasto en salud para la población; la no realización de infraestructura adecuada; falta de dedicación de recursos necesarios para detener la degradación en la cual nos estamos sumiendo; interrogantes que da como producto, entre muchas cosas, de que no estamos educando en valores ciudadanos a nuestros hijos y a nuestras hijas. Consecuentemente, nuestra realidad frente a la contribución de la educación para que fortalezca la Seguridad Ciudadana en nuestro país, radicaría en que debemos dejarnos de discutir ideologías y abocarnos a ser mucho más pragmáticos dejando de lado especulaciones vanas y fútiles.
En tal sentido, resulta pertinente manifestar que el logro positivo de la Seguridad Ciudadana radica fundamental en el cambio de actitud como impartir consciente y responsablemente educación ciudadana y en valores de los futuros ciudadanos, en todos y cada uno de los diferentes niveles educativos de nuestro país, cuyo objetivo radica que nuestros niños, niñas, jóvenes y adolescentes, se nutran de sabiduría, entendimiento, ciencia, consejo, piedad, amor y fortaleza, valores inalienables para ser usados en servir a nuestra comunidad, empezando por nuestras familias. La crisis actual en materia de inseguridad ciudadana debe enfrentarse frontal, integral, decida e inteligentemente, y para lograrlo se debe apoyar desde el campo educativo escolar, universidades públicas y privadas, institutos superiores, sin dejar de lado principal y fundamentalmente, las escuelas de formación de los institutos armados y de la policía, porque tienen la responsabilidad de lograr el propósito de que la sociedad no vea frustradas su esperanza de vida y desarrollo, puesto que sienten que desde ahí se establecerá un tejido social de relaciones para la convivencia pacífica que permitirá sin lugar a dudas el crecimiento de los futuros ciudadanos y ciudadanas.
Como es de verse la protección de la seguridad ciudadana y del ejercicio de las libertades públicas constituyen un binomio inseparable, conceptos básicos de la convivencia pacífica en una sociedad democrática. Debemos insistir en que la gravedad y complejidad de la inseguridad ciudadana y atropello de las libertades públicas frecuentemente mediatizados por los principales medios de comunicación social son considerables; sin embargo, esto debe motivarnos y convocarnos al empleo de las mejores herramientas para enfrentarlo y superarlo. Es aquí donde insistimos que una de las herramientas consiste en promover la educación ciudadana, educación en valores, educación para el desarrollo, etc., implementándose en las escuelas programas curriculares sobre esta materia, para generar conciencia reflexiva y responsable que las enseñanzas debe conducirnos en la búsqueda de la paz y de la convivencia pacífica, convencidos que los pactos establecidos sobre resolución de conflictos es de cumplimiento obligatorio, puesto que su incumplimiento deviene en injusticia; esta línea de acción se basa en el compromiso desde el hogar, la escuela, universidades, institutos superiores tecnológicos y escuelas de formación de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, de educar a los ciudadanos a tomar decisiones en función del bien común, la justicia y tengan competencia para llevar a cabo iniciativas que mejoren su calidad de vida en sociedad.
Invariablemente soy un convencido que, la educación ciudadana y en valores es la verdadera educación básica la contribuirá a fortalecer la Seguridad Ciudadana en nuestro país; por lo que, para lograr la meta a corto plazo, agregaré lo esbozado por un grupo de personajes de Premios Nóbel de la Paz conocida como Manifiesto 2000 con motivo del Año Internacional de la Cultura de Paz, cuyos principios centrales, deben sentar las pautas para educar en la convivencia pacífica a nuestra sociedad:
- Respetar la dignidad de todas las vidas, sin discriminación ni prejuicio;
- Rechazar la violencia en todas sus formas y manifestaciones, practicando la no violencia activa;
- Liberar la generosidad, a fin de terminar con la exclusión, la injusticia y la opresión;
- Escuchar para comprenderse – desde la diversidad – privilegiando el diálogo;
- Preservar el planeta, mediante un consumo responsable y un crecimiento sostenible; y,
- Reinventar la solidaridad humana en todas sus dimensiones, incluyendo la creación de nuevas formas de compartir los principios democráticos.
Autor:
Jorge LuisCalmet
15. LOS VALORES EN LA SOCIEDAD ACTUAL
M.C. Ma. del Carmen Macias Huerta[1]
Juana Elena Macias Huerta
En la posmodernidad, los valores básicos de la cultura universal son: la verdad para el conocimiento, la justicia para la política, el bienestar para la ética y la belleza para la estética. Francois Lyotard
INTRODUCCIÓN.
Durante la década de los noventa, comenzó a manifestarse una preocupación mundial por el comportamiento del ser humano y sus consecuencias en todos los ámbitos. Algunas de las causas señaladas son la perdida de la conciencia social, el descuido de la educación de las nuevas generaciones, (entendida como la formación total del ser humano, no sólo los niveles académicos que se pueden alcanzar), y la perdida de los valores y el respeto social e individual.
A partir de esto comienzan a surgir una serie de corrientes en el pensamiento social que conllevan una búsqueda de soluciones a este fenómeno. Así, aparece el Paradigma «Desarrollo Sustentable» y con él, el «humanismo», donde destacan elementos tales como el rescate de las normas morales y la ética, la Libertad, la Democracia, y los Derechos Humanos, recordando que los responsables de los cambios «positivos y negativos» que tiene el entorno, social y natural, es responsabilidad de la propia sociedad que en él convive.
La sociedad, no ha sido ajena a este proceso, sino que se ha visto involucrada totalmente en él, ya que uno de los objetivos de este nuevo paradigma es generar un cambio positivo en el comportamiento de los grupos humanos. Por esto, se debe aceptar que parte de la función como miembros de un grupo social es la transmisión de estas corrientes a las nuevas generaciones, tomando en cuenta que la mejor enseñanza es el ejemplo.
LOS VALORES SOCIALES E INDIVIDUALES: ETICA Y MORAL.
La filosofía maneja esta vertiente del pensamiento humano, a través de la Axiología, definida como la parte de la Filosofía que estudia los valores, especialmente morales. Esta, divide a los Valores en sociales, denominados «ética»; e individuales, englobados en la «moral». En ambos casos los valores principales se aplican de manera directa, pero además, se debe aceptar que si un valor no se aplica en lo individual, no se ejercerá hacia los demás miembros de la sociedad.
La moral es un elemento que se asocia a las creencias religiosas, y en muchos casos a esta parte de la educación «espiritual» es a la que se deja como responsabilidad de otros, porque para muchos es cosa de curas, padres, pastores o cualquier otra entidad similar, cuando la «moral», debe emanar del núcleo familiar, en principio, y posteriormente, del resto de los elementos formadores de individuos (profesores, guías espirituales, etc.).
La ética, por otro lado, es algo que muchos creen solo se debe aplicar en cuanto a la profesión que se desempeña, pero la filosofía marca que el comportamiento «ético» debe darse en cualquier actividad que se desempeñe.
ETICA.
El hombre por naturaleza es un ser social, y para convivir ha tenido que crear normas de comportamiento enmarcadas, por la concepción del mundo y de la vida de cada grupo, así como por sus aspiraciones materiales y espirituales. Estas normas deben ser aceptadas y cumplidas en lo posible por cada uno de los miembros para ser aceptados por la sociedad a la que pertenece. Cuando no es así, se le margina de la vida común (por ejemplo, los que están en la cárcel, los exiliados, o los prófugos).
En cada sociedad se manifiestan 2 niveles de valores: los generales, estudiados por la ética; y los individuales, enmarcados en la moral. La Etica, por una parte, es la parte de la filosofía que tiene por objeto el estudio (análisis, descripción, y explicación) de los actos libres y consientes del ser humano. La moral es la base de las normas del comportamiento individual. En este caso, se hablará primero del campo social, para pasar al personal
A través del tiempo han existido distintas maneras de percibir a la ética.
ü Para Aristóteles la existencia o falta de moralidad se encuentra vinculada con el concepto de fin, esta es la Ética teológica.
ü Para ética ontológica, encabezada por Kant, el fin se encuentra vinculado al concepto de deber ser.
ü Para Dilthey, se considera sin referencia a normas objetivas y universales, solo en orden a la acción, lo que significa la ética existencialista.
ü La ética marxista se basa en la atención del resultado del acto humano, opinión que comparten los pragmáticos (James).
Sin embargo, cada cultura ha generado su propio proceso de influencia de la ética imperante en los individuos que a ella pertenecen. Esto se da a través de varias vías, como la presentación de “actuares ideales”, es decir, ejemplos a seguir representados por los denominados “héroes”, “santos”, hombres ilustres” y hasta “dioses”, personajes presentes en toda cultura. Otra manera, son las frases populares en ese mismo sentido, tales como “el fin justifica los medios”, “se hace lo que se DEBE hacer”, “el dinero no es la felicidad, pero como ayuda” o “lo bueno no solo debe serlo, sino parecerlo”, solo por mencionar algunas.
Lo anterior pone de manifiesto a que valor o conjunto de valores le da mas importancia cada cultura. Dentro de este marco, los valores se han clasificado de la siguiente manera:
Valores vitales | Capacidad Física Salud Vigor |
Valores hedónicos | Placer Felicidad Alegría Solaz |
Valores Económicos | Valor de uso Valor de cambio |
Valores estéticos | Belleza Elegancia Gracia |
Valores Religiosos | Santidad Bienaventuranza Piedad |
Valores de la Ciencia | Probabilidad Exactitud Verdad |
Valores Individuales | Templanza Valentía Bondad Justicia Veracidad Etc. |
MORAL.
La moral es el medio por el cual se demuestra la validez y eficacia de la Etica y la Axiología, a través de la “buena” o “Mala” convivencia social. Así, la moral es el puente entre la realidad individual y el planteamiento teórico del “ideal” social. En ella se consideran 2 planos: el DEBER SER, constituido por normas y reglas, denominado normativo; y el práctico, referente a los actos realizados de acuerdo a lo moral, llamado MORALIDAD, aspecto que le da contenido y significado a los principios teórico-éticos.
Para que un acto moral pueda ser considerado como tal, al ejercerse debe cumplir con las siguientes condiciones:
Ø Libertad: esta manifiesta la necesidad, voluntad, decisión y elección del sujeto que la ejerce.
Ø Conciencia Moral: refleja un proceso reflexivo de causa y efecto del acto realizado o a realizar
Ø Responsabilidad moral: el sujeto es el principal protagonista del acto que decidió realizar. Es el único responsable, por lo que debe enfrentar resultados.
Cualquier acto que por diferentes circunstancias no cubra estas condiciones, no se considera un acto moral. Es decir, si lo realiza bajo coacción, sin libertad, a través de amenazas directas o indirectas; si lo hace de manera irreflexiva, esto es, sin conciencia de los resultados, puede ser en un estado de terror, presión o miedo, entre otros; o el sujeto no fue en único interventor, ya que no fue un acto totalmente individual.
Por otra parte, no hay que olvidar que los elementos del acto moral son:
Ø Sujeto: que es la principal figura del acto moral.
Ø Motivos: causa que lo llevaron a realizar el acto.
Ø Entorno: son las circunstancias ambientales y personales que rodean al sujeto y lo llevan a decidir ejecutar el acto.
Ø Conciencia: que sepa que fin persigue, lo cual refleja la madurez del sujeto, ya que debe tener claro el fin y los resultados que se producirán.
Ø Medios: que requiere el sujeto para realizar el acto.
Ø Poder de Elección: porque realiza ese acto y no otro.
Ø Decisión: en ella manifiesta su voluntad de realizar el acto.
Ø Resultados: Las consecuencia del acto realizado
Todo lo anterior nos lleva a ver que existen 2 tipos de valores, aplicados los diferentes entornos de convivencia (tabla 1).
TABLA 1.
Nivel | Entorno | ||
Ante uno mismo | Valentía, Pureza, Dignidad personal, Veracidad | ||
Personales | |||
Ante los Demás | Lealtad, Tolerancia, Prudencia, Justicia | ||
Relaciones sociales simples | Trato cordial, Relaciones armónicas, Respeto a los demás, Bien común | ||
Valores Sociales | |||
Participación Colectiva | Comunicación, Eficiencia ,Ejemplaridad, Servicio | ||
Sociales | |||
Acciones de beneficio común | Conservación de bienes, Seguridad Colectiva, Asis-tencia pública, Protección Mutua | ||
Formas superiores de convivencia | Educación, Civilidad, Paz, Progreso |
LOS VALORES.
La filosofía se origina a partir de que el hombre experimenta asombro, admiración y curiosidad frente a la realidad, lo que lo llevo a la reflexión sobre diversos fenómenos, por lo que problemas de física, lógica, matemáticas y ética, entre otras, se discutieron en el ámbito de la filosofía, ya que aún no se configuraban las ciencias. Platón y Aristóteles fueron los iniciadores de la Etica, al preguntarse por la maldad o bondad de los actos humanos en general.
Aunque se dieron pródigas discusiones en torno a valores como justicia, belleza, valentía, vocación, felicidad y valor, no se delimito con claridad la rama del saber que habría de estudiarlos, y fue hasta el siglo XIX cuando se inicia un estudio profundo sobre los valores. Así aparece la Axiología[2], que es la parte de la filosofía encargada de estudiar el ámbito de los valores, es decir, brinda las nociones de valor contenidos en las creaciones humanas, definiendo “lo valioso», en campos tales como, la estética y lo verdadero, a partir de la esencia y cualidades de lo valorado.
Esto nos lleva a decir que el objeto de estudio de la Axiología es amplio, ya que es parte de nuestra vida diaria, pues el orden y aplicación de los valores varían dependiendo de cada sociedad, grupo y hasta individuo, lo que conlleva a una discusión constante de los mismos. Esta establece características y núcleos axiológicos o valores derivados. Así, se puede hablar de virtudes éticas aceptadas desde la antigüedad y los valores que de ellas se han derivado. (Tabla 2)
TABLA No. 2[3]
Virtudes o Va-lores Éticos. | Caracterización. | Valores que pueden derivarse. |
VERACIDAD | Aptitud práctica para decidir con honestidad entre la conducta digna e indigna, fidelidad a la verdad | Sinceridad en el amor; voluntad de verdad científica; entusias-mo artístico; honradez en el trabajo |
VALENTIA | Acto realizado con arrojo, valor o audacia. Obrar consciente-mente ante los peligros inmi-nentes de la acción. | Valor de verdad, lealtad, fide-lidad; heroísmo (el héroe no lu-cha por sí mismo, sino por los ideales colectivos y a ellos). |
AUTODOMINIO MORAL | Regulación de las necesidades vitales (como instinto). Dominio de los deseos primarios. | Honestidad, templanza, sobrie-dad, frugalidad. |
JUSTICIA | Se distingue la Justicia Distribu-tiva, es decir, dar a cada uno lo que es debido; de la Justicia Conmutativa, que esdevolver un bien recibido por su equivalen-te. Estricta equiparación de los individuos ante la ley moral. | Imparcialidad, templanza, recti-tud, verdad y energía en pro de la comunidad.
En la justicia anclan las vir-tudes cívicas. Es la cristalización de todas las virtudes. |
Polaridad: los valores siempre se manejan en dos extremos, uno positivo y otro negativo (desvalor, contravalor); según el grado de indiferencia del sujeto, su atracción o aversión; por ejemplo, el bien y el mal, honestidad y deshonestidad, pudor e impudicia, por citar algunos ejemplos. (Tabla 3)
TABLA No.3. VALORES Y ANTIVALORES.
Valor | Antivalor | Valor | Antivalor | Valor | Antivalor |
Bueno | Malo | Listo | Tonto | Amor | Odio |
Ilustre | Villano | Valentía | Cobardía | Agrado | Desagrado |
Sabiduría | Ignorancia | Gozo | Sufrimiento | Matrimonio | Divorcio |
Abundancia | Miseria | Alegría | Tristeza | Bello | Feo |
Verdad | Mentira | Pulcritud | Suciedad | Abstinencia | Gula |
Sinceridad | Hipocresía | Cordura | Locura | Creyente | Ateo |
Ardiente | Frígido | Amistad | Enemistad | Cortesía | Grosería |
Libertad | Esclavitud | Gloria | Infierno | Alabar | Difamar |
Castidad | Lujuria | Sencillez | Vanidad | Austeridad | Ostentación |